viernes, 3 de febrero de 2012

Viernes con Policia


A Abel lo tenía fichado ya hace unos meses… era uno de los policías que custodiaban el edificio en el cual tengo mis oficinas… no era común verlo ya que normalmente entro y salgo por la puerta del estacionamiento y directamente con mi coche, pero cuando salgo a comer por la zona siempre paso por la recepción de edificio… Era un morenito bajito y con bastante buen cuerpo… su tipo militar y algo rudo me encantaba… enfundado en su traje de policía azul se podía apreciar su buen torso y su nada despreciable entrepierna… él había notado las fuertes miradas que le hacía y solo se sonreía… no era un chavito… era ya algo mayorcito… tal vez 27 ó 28 años… alguna vez y ante mi fuerte mirada, se había apretado el bulto que tenía entre piernas… Yo sonreí… Él también lo hizo… Nunca sucedió nada más hasta que el viernes pasado, un poco excitado por haber estado revisando algunas de mis historias en el Internet, decidí ir a comprar el tradicional café de la tarde a un café nuevo localizado a un par de cuadras de mi oficina… salí por la puerta de acceso al edificio y al regresar, la mirada de Abel y la mía se cruzaron de nuevo… Sonreí… él hizo lo mismo… por primera vez me acerqué y le dirigí la palabra…

Le pregunté en tono amable "Poli, ¿a que hora cambian de turno?… Él, un poco extrañado ante mi cuestionamiento y con una sonrisa a flor de labios respondió que a las 7:30 de la noche… Gracias le dije y subí a mi oficina… vi el reloj… eran las 6:45 de la noche… hice un par de llamadas pendientes y apagué mi PC… bajé al estacionamiento y saqué mi automóvil y me estacioné en la contra esquina en donde podía perfectamente ver la entrada y salida de las personas por la recepción del edificio… saqué mi celular hice un par de llamadas para "matar el tiempo"…

 Ya casi a las 7:45 de la noche, Abel salió del edificio… ya no portaba su tradicional uniforme de policía… ahora vestía unos pantalones azules marino y una playera blanca que denotaba una buena figura… salió a la banqueta y caminó en busca de la parada de las Peseras o una Micro… Yo arranqué mi coche y me di la vuelta a la manzana de tal forma que alcancé a Abel… me paré y lo llamé… Abel me vio y sonrió… llevaba su tradicional back-pack colgado en la espalda… se acercó a mi camioneta y bajé el vidrio… ¿a dónde vas?, le pregunté… Él solo sonrió y me dijo que rumbo a Pantitlán… Le ofrecí un aventón a un metro cercano y él lo aceptó de inmediato… subió a mi camioneta y se sentó, poniéndose el back-pack por encima de sus pantalones… cerró la puerta y salimos por Ejercito Nacional rumbo al metro Chapultepec… se hizo el silencio… tratando de romperlo le pregunté ¿por qué no pones el back-pack en el asiento trasero?…

El policía me miró y me dijo en tono jocoso "Ando bien firmes"… Yo sonreí… Caray… nunca había tenido un ligue tan sencillo… ¿Por qué?, le pregunté… El policía respondió con una tradicional expresión mexicana "Es que mi vieja trae el chango bien descalabrado"… (que para los que no entienden el vulgo mexicano, significa algo así como "Mi esposa está en sus días" o "mi esposa trae la regla")… Yo me reí… así que andas con ganas, le pregunté…. Si… un chingo de ganas, respondió… y agregó…. tengo ganas de tirarme un buen culito… nuestras miradas nuevamente se juntaron… Abel se tocó la verga por encima de sus pantalones… Con una sonrisa lujuriosa le dije: "¿Y que… se te antoja el mío?"… 

El policía rió de buena forma y me dijo "Pinche putito… desde hace meses que quiero romperte el chimuelo"… Pues ya se te hizo, le dije en tono de burla… solo que si quieres conmigo, hay ciertas reglas que hay que cumplir y que además no están sujetas a discusión alguna…
¡No mames!, me dijo el Policía, un poco extrañado por lo que le había dicho…. lo tranquilicé… son reglas sencillas ledije: 

PRIMERA.- Siempre con condón… todo con condón… El Policía sonrió y asintió diciendo que él siempre lo hacía con condón… SEGUNDA.- Me tenía que dejar medirle la verga y tomarle algunas fotografías… Abel sonrió y dijo ¿Para que?… para mis estadísticas y el tradicional álbum de los recuerdos… te ofrezco discreción… Abel volvió a tocarse la verga por encima de su pantalón… ¿Y que… vas a pagarme por ellas?… Yo, en tono jocoso le dije que sí… que le pagaría con un hoyito bien apretadito… El Policía sonrió tratando de negociar este segundo punto… Yo le dije que no estaba a ningún tipo de negociación… o lo tomas o lo dejas… Abel me dijo "Eres un Putito Cabrón"… me miró y con la cabeza asintió a la segunda propuesta… ¿Qué más?…

TERCERA.- Tu primera venida tiene que ser en mi cara… me encantan las mascarillas… Abel soltó una carcajada y me dijo en tono burlón… ¡Pinche Putito!… ¿Te gusta la lechita?… Yo le dije en tono serio que no me gustaba la leche…. me EEEEEENCANTABA…. Abel sonrió de nuevo y aprobó la tercera regla no sin antes acomodarse la verga por encima del pantalón… CUARTA.- Es necesario que me borres todos los pliegues del culo…. no puede quedar ningún pliegue… tiene que quedar lisito… lisito… bien lisito… No te dejo ir hasta que me los borres todos por completo… Abel volvió a soltar otra carcajada… Dijo "No te preocupes… te lo voy a hacer chingón"… apretó nuevamente su verga por encima de sus pantalones y me dijo "Pinche putito… te voy a coger hasta que te quede el culo bien lisito… Yo reí y le dije en tono retador ¡Espero sea cierto!… Abel sonrió, tocándose otra vez el bulto entre sus pantalones… ¿Qué más?, me preguntó… No… esas son todas mis reglas… cuatro reglas que son sencillas de cumplir… ¿Qué opinas?, le pregunté… Abel solamente sonrió y dijo "Eres un cabrón"… Volvió a hacerse el silencio y le dije ¿Te puedo pedir un favor?… Abel me dijo que sí… ¿Me la enseñas?…

El moreno policía me miró y se acomodó en el asiento… se desabrochó el cinturón y se bajó el zipper de los pantalones… "Sácala", me dijo… estaba yo atorado en el tráfico de Polanco, así que tomé el volante con una de las manos y con la otra me acerqué a tocar la verga del Policía… la toqué primeramente por encima de la trusa y noté un buen bulto de carne, completamente erecto… luego metí la mano por debajo de la trusa y me encontré una dura verga de bastante buen tamaño, sin ser nada espectacular… La saqué de su encierro y noté que a pesar de estar bien parada, su cabeza estaba cubierta por un buen pedazo de cuerito… "Que bonita está", le dije a Abel… 

El policía sonrió ante el cumplido… sin dejarla de tocar, Abel se volvió a acomodar en el asiento de mi camioneta… mi mano chaqueteaba lentamente aquella morena verga y logré que se descubriera su rojiza cabeza… Abel me pidió que parara… que esperara un poco… ¿a dónde vamos?, preguntó… me quitó la mano de su duro instrumento y volvió a subir el zipper de sus pantalones, cerrando el cinturón… ¿Te gustó?, me preguntó el Policía en tono autosuficiente… Está bien bonita, le contesté… ¿a dónde vamos?, preguntó el Policía… le propuse ir a un Hotel… ¿Conoces alguno?, le pregunté, fingiendo inexperiencia… Abel me guió…
Tomamos el Circuito Interior rumbo a Avenida Revolución… apenas vi una farmacia, me paré para comprar los tradicionales condones y un tubo de lubricante… Justo pasando el viaducto me pidió que me orillara a la derecha… apareció ante mí un hotel de paso de a lo mucho una estrella… ¿Aquí?, le pregunté… Si, dijo en tono firme… Durante el trayecto nos pusimos de acuerdo en varias cosas… Abel era activo… solo activo… le gustaba coger por el culito y se había "tirado" a varios chavos… ¿cuántos?, le pregunté… seis o siete chavos… comenzó a platicarme a grandes rasgos algunas de sus experiencias… yo comencé a excitarme… él también me preguntó sobre mi experiencia sexual… no pude mentir… varios, le dije… ¡Me encanta la verga!… ¡me encanta la leche!… me gustan los cabrones como tú, le dije… activos… machos.

.. chacalones… Abel rió… ¡Me gusta que me cojan rico!… "Pues ya la hiciste cabrón", contestó…
Llegamos al hotel… pagué la tradicional cuota de entrada y nos asignaron un cuarto que me sorprendió por su limpieza… una cama de tamaño Matrimonial y un baño sin puerta ni cortina que permitiera discreción alguna… al cerrar la puerta con la cadena, ambos entramos en un nuevo mundo… el mundo de la lujuria y el sexo… Abel tocó mis nalguitas y la apretó diciendo "Que ricas nalguitas tienes pinche guerito"… "Te voy a limar el culo hasta que grites de placer"… ante mis ojos, el policía se desnudó… se tiró en la cama con apenas su trusa puesta… un pecho algo peludo enmarcaba un abdomen trabajado… axilas peludas… piernas peludas… Tomé mi celular y comencé a tomarle algunas fotos… el Policía sonreía… se sentía artista porno… se quitó la trusa y dejó al aire una verga morena totalmente en descanso… ¿Qué pasó?, le pregunté… Abel sonrió y dijo ¡Espera a que despierte!…

Comenzó a chaquetear aquella linda verga, pero no se paraba… le pedí a Abel que se tranquilizara y así lo hizo… Con su morena verga entre las piernas caminó hacia el baño, prendió la regadera y se dio un duchazo mientras yo me desnudaba y acostaba para ver un momento la televisión… una buena película "pornocha" se presentaba ante mis ojos… comencé a lubricar mi culito con el tradicional lubricante Soft-Lub… cuando salió Abel del baño, notó que yo estaba preparado y enseguida me acerqué para tocarlo… recorrí con mis manos su bello y moreno cuerpo… por debajo de la toalla que tenía anudada a la cintura toqué aquel bello miembro que el Policía se cargaba y me "bajé por los chescos" (expresión muy mexicana que significa en un vulgar castellano "se la comencé a mamar")… su verga se paró por completo dentro de mi boca… Abel dijo en tono jocoso "Ya la despertaste Cabrón"…

Yo estaba hincado ante sus pies y con su morena verga entre labios… el Policía soltó un gemido fuerte apenas tocó la punta de mi lengua su morena verga y me tomó de la cabeza para guiar sus movimientos… su verga entraba y salía de mi boca… mis labios la apretaban… mi juguetona lengua lamía todo su tronco y hasta la punta de su glande… Abel me separó de su verga y se sentó en la orilla de la cama… su verga no era grande… muy morena con la cabeza roja… una verga bien proporcionada… de mi cartera saqué una regla de cartón y medí su verga… él la tomó entre sus manos y puse la regla a lo largo de su tronco… desde la base de pelos que se une con el estómago y hasta el orificio de la punta misma… 14 centímetros… luego medí el ancho de su verga en la base… doblé la regla en forma circular midiendo la circunferencia de la verga de Abel… 13 centímetros en la base… ahora en la parte que se une con la cabeza que era un poco más gruesa… 13.5 centímetros en la unión de tronco con cabeza… después del rito de la medición no tuve más que decirle a Abel "Que rica verga tienes"…

Él solo sonrió y me dijo "Pues mámala cabrón"… me la metí de nuevo a la boca arrancándole de nuevo un fuerte gemido… comencé a tragarme su rica verga hasta que su punta tocaba mi esófago… El policía gemía de placer mientras cerraba sus ojos y respiraba agitadamente… lentamente paré la mamada ya que quería que el moreno me deshiciera el culo con una buena cogida… hincado ante sus pies le pedí que me la metiera… Abel sopló y con una sonrisa dibujada en labios me preguntó irónicamente ¿te la dejo ir?… Si, le respondí… Mi culo pulsaba esperando la inminente penetración… desde que Abel estaba en la regadera, me había lubricado el culo, pero no estaba de más pedirle un poco de tranquilidad… "Dámela despacio", le pedí… Abel sonrió y me dijo "No te preocupes putito… soy experto en romper culitos…" Se levantó de la cama y con su verga viendo al techo le puse lubricante y un condón… ya con el condón puesto le di un par de buenos lengüetazos para "ensalivar" aquel bello miembro… Quería ver de frente al policía iniciando su faena, así que me acosté en la cama… levanté mis piernas.

.. me puse más lubricante en la entrada del culo… ¿Estás listo?, preguntó el policía… Si… dámela, le pedí… me acomodé en la cama y con un par de almohadas en mi espalda baja, levanté mis piernas para dejar que Abel se acercara… él se hincó en la cama justo frente a mis abiertas piernas y acomodó su verga entre mis nalgas… mis piernas se enroscaron en la espalda del moreno Policía mientras él, después de un par de fallidos intentos, logró situar la cabeza de su verga en la entrada de mi culo… presionó un poco… mi culo se abrió y ambos dimos un gemido de placer… la cabeza de su verga había entrado… mi culo la apretaba… ¡Que apretado estás putito!, dijo entre un gesto de dolor… "Bórrame los pliegues papi", le supliqué…

Abel sopló y presionó un poco más… su verga entró lentamente en mi culo… Yo gemía mientras Abel presionaba para entrar… ¿Te duele Putito?, me preguntó… entre un sollozo le dije que si… Abel sonrió y dijo "Tú querías verga… ahora la vas a aguantar"… Presionó y de un solo empujó me clavó toda su verga… grité de placer y de dolor… su verga había "tocado fondo", soltó un fuerte soplido… Yo grité… "Bórrame los pliegues papi", en tono suplicante… Yo lo tenía frente a mí y podía apreciar su mirada pícara… una sonrisa salía de sus labios… su lengua mojaba sus labios constantemente… comenzó a moverse lentamente mientras los dos comenzamos a gemir y a decir algunas expresiones que denotaban absoluta lujuria… "Siento que me quema", dijo entre dientes… "Deshazlo… deshazlo…", yo le insistía… "dámela toda… dame por el culo, papi"… Abel me decía "Que apretado culito tienes"… "Que rico culito"… sus movimientos arreciaban… Abel se recostó sobre mí y mis piernas se entrelazaron como un moño gigante en su espalda… sentía sus soplidos en el cuello… sus expresiones entrecortadas por el agitado respirar… "Que rico… que rico culito tienes cabrón"… Yo le contestaba casi al oído "Bórrame los pliegues, papi… deshazme el culo"… Abel apresuraba el tradicional mete-saca… Yo no apreté el culo, solamente lo solté para que su verga resbalara entre mis entrañas… lo abracé y como por arte de magia, Abel acercó tanto su boca a mí que lo besé… abrí mi boca y él la suya y nos confundimos en un profundo beso… mientras eso sucedía, los huevos del Policía chocaban contra mis nalgas… pas… pas… pas… Abel abrió la boca solamente para exhalar un fuerte AHHHHHH…. AHHHHHH…. nuestras bocas volvieron a fusionarse…

Aquel rico policía sabía lo que hacía… me cogía fuertemente… arrancaba de mi boca unos fuertes gemidos… "Dámela papi… dámela… me tenía en un grito de placer… su verga entraba hasta lo más profundo de mi ser y rápidamente salía casi en su totalidad… era una cogida salvaje y a la vez rítmica… pas… pas… pas… sus huevos chocaban contra mis nalgas… sentía mi culo ardiendo… lleno… satisfecho… el entrar y salir de la verga del Policía había borrado ya todos mis pliegues… mi culo había dado de sí… ya no había dolor… solo el placer se ser cogido… de sentir una rica verga taladrándote el trasero… Abel aminoró sus embestidas… era un experto en ello… inclusive paró en seco, dejando toda su verga dentro de mi ser… ¿Te gusta Putito?, me preguntó, una vez que recuperó el habla entre tanto jadeo y gemido… Me EEEEENCANTA papi, le dije… comenzó a moverse de nuevo, pero ahora lentamente… la metía hasta el fondo y esperaba unos segundos y luego la sacaba lentamente… solamente la cabeza de su verga quedaba dentro de mi ser… de un solo empujón la metía hasta el fondo… esperaba unos segundos y luego la sacaba lentamente… otra vez solo la cabeza de su verga quedaba dentro de mi ser…

Con cada estocada me arrancaba un fuerte gemido… ¿Te gusta?, preguntaba insistentemente… "dámela papi… dámela", le rogaba… la cara de Abel denotaba gozo… un gozo pleno… estaba disfrutando con mi culito… ¿Te gusta a ti mi culo?, le pregunté… Abel sonrió y dijo "Tienes un culo bien rico pinche putito… un culo bien apretadito"… al oír aquella expresión, apreté los músculos del culo y le arranqué al policía un fuerte gemido… Volvió a hablar "Pinche putito… Puta madre"… de un solo empujón la metió hasta el fondo y ahí la dejó presionando de tal forma que hasta me movió de mi lugar e hizo que mi cabeza tocara con la cabecera de la cama… la volvió a sacar lentamente y moviendo circularmente la cabeza de su verga jugaba con la entrada de mi culo… ¿Te gusta putito?, me preguntó nuevamente… Ahhhhh…. Ahhhhhh…. fueron las únicas expresiones que salían de mi boca… gemí de placer… de un solo golpe la metió de nuevo hasta el fondo… mi culo había cedido y estaba entregado por completo a la verga de Abel… comenzó a moverse rápidamente… el policía me tenía bien ensartado y las metidas y sacadas de su verga me hacían gritar de placer… "Dámela…. cógeme…. más….. más….. Máaassss…. dame más…."…

 El policía arreciaba sus arremetidas pero todo estaba controlado… de repente paraba cuando sentía que se venía y poco a poco comenzaba a moverse nuevamente… "Que rico culito tienes pinche putito… está bien apretadito", me decía con voz entrecortada por gemidos y soplidos… yo estaba viendo las estrellas con aquella rica cogida que el policía me daba… sus expresiones me calentaban… me mordía el cuello… el golpeteo de sus huevos contra mis nalgas… los gemidos de ambas partes que flotaban en el ambiente del pequeño cuarto de hotel… No cabía duda de que Abel era un experto culeador… sabía lo delicado que es romper un culito… el control que se requiere para no acabar "demasiado rápido"…

De repente sacó de nuevo su verga y dejó solamente la inflamada cabeza de su verga dentro de mi ser… volteó a verme con ojos de lujuria… ¿Te gusta la verga… te gusta mi verga?, me preguntó… Me ENCANTA papi… dámela… dámela… Estoy a punto de acabar, dijo… dámelos en la cara… en la cara por favor… mi suplica era intensa… Abel movió la cabeza en forma negativa y me dijo en tono seco "Te los doy en la boca putito… te los vas a tragar… vas a tomar tu lechita"… Yo solo le dije nuevamente "dámelos… quiero tu leche… dámelos…. dámelos"… sacó su verga por completo y se quitó el condón… se acostó en la cama y tomando su verga entre manos me pidió que se la mamara… así lo hice… me hinqué entre las piernas del moreno Policía y comencé a mamar aquella verga que estaba a punto de estallar… su cabeza inflamada… sus pelos púbicos llenos de lubricante… su verga tocó mi esófago y fue justo cuando Abel gimió fuertemente… Volvió a hablar "Pinche putito… Puta madre… puta madre…. ya…. yaaaaa…. aahhhh…. ahhhhhh…… ohhhhh….. yahhhhhhh… no pudo controlarse más y comenzó a venirse dentro de mi ser… sus movimientos pélvicos eran incontrolables… su verga entraba y salía de mi boca dejando a su paso chorros de leche caliente… Ahhh…. ahhhh…. ahhhhhh…… ohhhhh….. Yo metía y sacaba su verga de mi boca tratando de tragar toda la leche que he había dado… una leche rica y espesa… de un sabor salado… muy salado… la respiración de Abel comenzaba a normalizarse…. yahhhhhhh…. yahhhh…. Uffffff…. Ufffff… de mi boca saqué aquel bello instrumento y lo lamí en todo su contorno hasta dejarlo completamente limpio… le di una última mamada antes de que comenzara a perder fuerza… yahhhh…. yahhhh… eran aquellos momentos en donde es mejor dejar en paz una rica verga… saqué mi lengua y enjugué mis labios… me había tragado ya todos los mecos que el Policía me había dado para cenar… habían sido más de cinco lechazos…

Yo también comenzaba a normalizar mi respiración… estaba excitado… muy excitado… Abel había quedado exhausto tirado en la cama… me miró con una pícara sonrisa dibujada en su rostro… ¿Qué pasó?… ¿Te gustó?, me dijo en tono simpático… Yo le contesté afirmativamente… en aquel momento siempre me gusta elevar la estima de mis compañeros… le dije "Coges bien rico"… Abel sonrió… Yo no había acabado aún y me acosté en la cama para jalármela y dedearme enfrente del Policía… cuando Abel vio que mis dedos buscaban mi dilatado culito, se decidió a ayudarme… con su dedo índice tocó la entrada de mi culo que rápidamente se abrió… luego metió el anular y comenzó a meterlos y sacarlos en forma circular y cada vez más profundamente… yo me retorcía de placer… de repente estallé en una venida extraordinaria… mis primeros lechazos me llegaron hasta el pelo y los segundos quedaron en mi pecho y estómago… Abel no sacó sus dedos de mi culo hasta que yo mismo se lo pedí… ¿Te gustó?, le pregunté… Abel solo contestó "Que apretadito culito tienes"…

Le agradecí la dedeada y ambos nos metimos a bañar… todo había acabado en paz y a salvo… yo hubiera esperado un segundo palo, pero Abel prefería que lo llevara a tomar unos taquitos… Fuimos al "Charco" de Río Mixcoac y tuvimos una plática muy agradable… me platicó con mayor detalle como se había tirado a los demás chavos… me hizo algunas preguntas sobre lo que me gustaba… era evidente que nunca se había tirado un culito tan rico como el que había roto minutos antes… me platicó de un sobrino suyo al que le apodaban "la viga" ya que se cargaba una verga de bastantes buenas dimensiones… ¿Cuánto?, le pregunté… Abel, con una sonrisa en la boca me dijo ¿Si quieres te lo presento?… Yo le dije que era materia dispuesta con solamente una condición… Que él estuviera también viendo la acción para que fuera testigo de que no quedara ningún pliegue en mi culo… Abel soltó una fuerte carcajada… la plática continuó y cerca de la medianoche nos despedimos… Nos vemos pronto, me dijo… ¡Cuando quieras!, le dije…

Cualquier comentario saben que es siempre bienvenido en mi correo electrónico… Saludos y gracias por el tiempo que se tomaron en leer el presente documento.

Autor: juan_carlos_hoff juan_carlos_hoff (arroba) hotmail.com



1 comentario:

  1. Que buen relato, me puso a mil, me encantaría tener una experiencia con un policia macho y dominante. ¿te lo has echado de nuevo? Cuenta más... Me encantaria estar en contacto, mi correo es cannmex@hotmail.com

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