domingo, 21 de julio de 2013

Mi Padre me lo Abrio

Hola amigos, esta es la historia veridica de mi iniciacion
sexual, todo comenzó cuando tenia 8 años de edad; vivía con papá y mi hermano
mayor, Alex. El estudiaba en la universidad y yo aun estaba en la escuela
primaria, mi padre para ese entonces tendria 40 años, mi madre murió cuando me
tuvo, por lo que papá siempre vivió solo.


Recuerdo que un día llegué de la escuela a eso del medio día,
mi hermano ya se había ido para la universidad y mi padre estaba durmiendo la
siesta, entre a mi habitacion y me desnudé, me disponía darme un baño cuando
escuché un ruido, me asusté y corrí hacia donde estaba papá, no me importó estar
desnudo, al fin y al cabo era mi padre y yo necesitaba su protección; el se
despertó asustado mientras yo me metía debajo de sus cobijas, el sorprendido me
pregunto que me pasaba, le conté que habia escuchado un ruido extranno y que
teneia miedo.


Mi padre bajo al primer piso y al no ver nada raro subió a
calmarme.


Vamos nene, no hay nada alla abajo.


Papá es que escuche algo rarisimo y me dió miedo.


Mi padre estaba en calzoncillos, era un tipo alto y grueso,
algo barrigon, peludo y con barbas, la verdad no se preocupaba mucho por su
aspecto desde que mama murio. Se metio a la cama y me abrazo, me beso dulcemente
la mejilla; senti los pelos de su cara restregarse en la mia. Nos quedamos
quietos por un momento, cuando de pronto senti la mano de mi padre bajando por
mi cadera y posandose en mi culito, me lo comenzo a agarrar casi
desesperadamente; yo no me atrevia a decir nada, estaba atonito, esto no era lo
que yo buscaba en ese momento, cuando mi padre me pregunto si alguien me habia
hecho esto antes, yo le respondi que no; el me dijo que era ya el momento de
comenzar a ensennarme las cosas buenas de la vida.


Tiro las sabanas al piso y se quito su interior, quedo
completamente desnudo con su tremenda verga erecta, palpitando, botando liquidos
lubricantes; yo me sorprendi mucho pero el comenzo adarm,e besos en la boca, a
meterme su lengua gruesa en mi boca pequeña, yo sentia gusto, pero a la ves
miedo, cuando me puso boca arriba y me abrio las piernas, bajo hasta mi hoyo del
culo y comenzo a darme lengua, sacaba toda su lengua y desde la basa de esta me
la restregaba por todo mi ano, yo apretaba mi esfinter y el me chupaba las
nalgas, me las mordia suavemente, era delicioso sentir sus pelos por todo mi
culo tierno.


A mis 8 años no esperaba toda esta descarga sexual; de pronto
se bajo de la cama quedando de pie frente a mi, me indico que me pusiera en
cuatro y se la mamara, obedeci e instintivamente se la mame lo mejor que pude,
tragandome su cabeza gruesa e hinchada, lamiendole todo el tronco de la verga,
chupandole los dos tremendos huevos peludos, me impresionaba la cantidad de
vello pubico, vi que jamas se los cortaba, era impresioante tanto pelo. Mientras
el me metia un dedo en el ano, suavemente, lo sacaba, se lo metia a la boca y
otra vez me lo enterraba; cuando me vio listo para la funsion me tomo por los
hombros y me alzo como a una pluma.


Me aferre a su cuello, mientras entrelazaba mis piernas por
su enorme cintura, el provecho para agarrarme por el trasero y abrirmelo, su
verga en forma de arco hacia arriba me frotaba la entrada del ano; papa tomo
saliva y me enbadurno el ano completamente, cuando me puso su cabeza en la
entrada ya sabia lo que vendria; me metio su lengua en la boca, sabria que
chillaria del dolor y de esa forma apagaria cualquier llanto o ruido delator, me
enterro la cabeza de la verga, yo brinque hacia arriba pero cuando baje lo que
hice fue clavarme mas en esa estaca candente.




Me la enterre hasta la mitad, el comenzo a moverse
circularmente, lo que permitia mas la introduccion, yo me aferraba a su cuello
mientras echaba mi cabeza hacia atras, el se aferraba a mi cinturita y me la
clavaba sin compasion, podia verlo a traves del espejo, arqueado hacia alanate,
embistiendo ferozmente mi ano mientras me mantenia en vilo con sus poderosas
manos; cuando vio que era suficiente en esa posicion me tumbo en la cama y el
cayo encima mio, casi muero al sentirlo encima, senti ahogarme, pero el se
separo intantaneamente para no herirme, pero esta ves tomo cada piernecita mia y
la puso alrededor de su cuello, me tenia listo para la clavada sin ningun
obstaculo. Se la empapo nuevamente de saliva y me la clavo toda de una vez; me
chupaba el cuello, mientras me clavaba una y otra vez, me tomaba con ambas manos
mi cara y me metia su lengua en mi boca, yo se la lamia de una forma salvaje
tambien, me encantaba dolorosamente lo que me estab haciendo.


Podia oir el chaspoteo de su verga en mi ano tierno, splash,
splash, splash, asi sonaba cada vez que me la clavaba. De pronto me volteo y me
piso en cuatro al borde de cama y me tomo de mi cintura. Bajo una pierna al piso
mientras que la otra la monto en la cama, lo hacia para que yo viera en el
espejo la clavada bestial que me estaba dando, podia ver como entraba y salia
aquella verga gruesa y peluda, mi ano se abria impresionantemente para cobijar
semejante trozo, podia ver como mi esfinter se salia cuando el sacaba la mitad
de su verga y me lo embutia nuevamente cada vez que me la enterraba, asi duro
como 15 minutos, cuando me la saco de una y me volteo para hecharme tremendos
chorros de leche caliente en toda la cara, yo trataba de abrir la boca y tragar
lo que podia pero el estaba obsesionado con restregarmela en toda la cara; aun
recuerdo ese olor caracteristico de semen en mi nariz.


Desde ese dia, mi padre sigui dandome verga cada vez que
podia, jamas le conoci a otra mujer, me convirtio en su amante, por mi parte
estaba feliz con aquella relacion.


Ya de vez en cuando tenemos relaciones, porque yo estoy en la
universidad y ya no tenemos mucho tiempo, aunque esta mayor, aun se le para y de
que manera.


Espero que les haya gustado mi relato. Nos vemos muy pronto
con otro relato de mi padre y yo. Bye.


En el Baño de Dario

Un día de esos en que no tenía nada que hacer, o sea que no tenía ganas de estudiar salí a dar una vuelta por la ciudad a ver que encontraba... la suerte o el destino pusieron en mi camino a Darío, un amigo de mi hermano.

Después de intercambiar saludos e informaciones sobre mi familia, me dijo que estaba apurado porque tenía un partido de básquet en el club e iba para su casa a bañarse y a buscar su ropa deportiva.

Me invitó a verlo jugar, cosa que acepté porque no quería estudiar y a lo mejor en los vestuarios del club podría conseguir a alguien que calmase mis instintos juveniles.

Entramos a un lindo chalet de la zona de Playa Honda, la empleada no estaba porque había ido a visitar a su familia.

Darío me hizo pasar al living y me dijo que mirase televisión mientras él se bañaba y que luego de vestirse iríamos hacia el club.

Pude ver su cuerpo atlético muy transpirado por el trote que había estado haciendo en la rambla donde lo encontré, ya que al encaminarse hacia la planta alta se fue quitando la camisa en el trayecto y pude disfrutar de su pecho extremadamente peludo que ocultaba unos pechos realmente deseables y unos brazos muy torneados.

No pude verle nada más porque el pantalón vaquero cubría la parte inferior de su cuerpo que de por sí se le marcaban unas nalgas muy redonditas y empinadas y ni que decir del bulto que se le marcaba delante!!

Nunca me había dado cuenta de lo bien dotado que estaba este amigo de mi hermano, no soy ciego para no notar esa "herramienta" tan apetitosa, lo que sucedía era que a Darío lo había visto en pocas ocasiones y siempre de joggins o ropas holgadas.

Le dije que no se preocupase por mí, que lo esperaría viendo la TV mientras el se bañaba.

A los pocos minutos de desaparecer por las escaleras, mientras me excitaba recordando su "paquete" tan prominente mi morbo y calentura pudieron más y no pude esperar, seguí su mismo camino escaleras arriba.

Nunca había estado en esa casa, pero al llegar a la planta alta pude sentir el ruido del agua, el cual guió mis pasos hasta el lugar que era el baño.

La puerta estaba entreabierta la crucé y me puse a espiar muy sigilosamente para que Darío no notase mi presencia allí.

Mis ganas de ver en vivo y en directo el bulto que marcaban sus jeans, pudieron más y me puse a mirar por ese baño a ver si podía saciar mi vista con alguna panorámica del objeto de mi deseo.

Por el espejo pude ver que a través de una pequeña abertura de la cortina de la ducha se divisaba parte de su cuerpo cubierto por la espuma del jabón que sus manos iban desparramando por sobre ese pecho peludo y muy musculoso.

Él estaba con los ojos cerrados por eso no se dio cuenta de mi presencia en ese lugar y de la forma en que lo observaba.

Me excitó en grado sumo ver esos vellos del pecho totalmente empapados y cubiertos de esa espuma que se iba diluyendo hacia abajo. La consecuencia fue una erección instantánea y tremenda que hizo que mi pija chocase con mis ropas al querer levantarse de su letargo.

Sus manos iban cada vez más hacia abajo arrastrando la espuma, cuando llegó a masajearse la zona que rodeaba su ombligo igualmente peludo, no soporté más y me bajé el cierre liberando mi falo para poder acariciarlo con comodidad mientras contemplaba ese espectáculo.

Con cara de placer Darío acariciaba sus vellos púbicos al mismo tiempo que mi mano iba y venía a lo largo de mi pija haciéndome gozar sin saberlo con su forma de bañarse.

Lo máximo fue cuando levantó su verga con una mano y con la otra tomó el jabón y lo comenzó a pasar sobre sus bolas peludas y de buen tamaño hasta que lo empezó a pasar entre sus piernas y lo frotó en su culo.

Al ver eso gemí de una forma muy fuerte delatando mi presencia en ese lugar.

El amigo de mi hermano abrió los ojos y el placer que se estaba dando desapareció instantáneamente.

-Qué hacés acá?!

Por supuesto que él me vio de pija dura, pajeándome sobre el inodoro y al correr la cortina pude verle una verga muy larga y muy erecta la cual trataba de ocultar inútilmente con su mano.

-Nada! Vine a orinar y se me paró tanto que no puedo hacer lo que vine a hacer al baño.

De su pija chorreaba espuma y agua y creo que algo de precum porque su cabeza estaba muy violácea como que estaba por expulsar algo más de su interior.

-Esperá un poco, que terminó de bañarme y después veré como puedo ayudarte para que puedas orinar.

Esa fue su excusa, porque él se dio cuenta de que yo estaba excitado y no me puso en evidencia de que me había excitado su desnudez.

Seguí mirando como corría el prepucio y dejaba al aire un glande cada vez más húmedo, lo lavó detenidamente en el reborde que forma este con el prepucio, luego lo soltó para que el forro lo cubriese con comodidad.

-Que te pasa! Nunca viste lavar una pija?

-Siiii...! Pero la tenés tan parada....

-Y a vos no se te levanta cuando te bañás?

Estaba acostumbrado a bañarse en público porque lo hacía siempre con sus compañeros del club, pero a mí me pareció que ese día se estaba exhibiendo y disfrutando de mi cara de asombro y placer al ver su herramienta que cada vez crecía más entre sus manos.

Mis ojos siguieron fijos en ella hasta que Darío salió de la ducha chorreando agua y jabón y se acercó a mi diciéndome:

-Podés tocarla es real.

Me sentí como un niño cuando le dan un juguete que ansía, estiré mi mano y toqué ese pedazo de carne caliente, chorreante.. Sin decir palabra, sin soltarla me agaché y comencé a chupar mi nuevo juguete antes el desconcierto de Darío que ni se esperaba lo que estaba sucediéndole a su pija.

-Pará, puto!!!!

Intentó sacarla de mi boca pero mis dientes la mordieron sin dejarla salir, forcejeó un poco quejándose de que lo iba a lastimar e insultándome pero no tuvo éxito.

No tuvo otra opción que aceptar lo que mi boca ansiosa y desesperada quería hacerle a su verga.

-Pará, loco... sí querés chupármela hacelo bien, desnúdate por lo menos...

Ni corto ni perezoso solté su verga y me saqué toda la ropa quedando en bolas como él, con mi verga apuntando hacia adelante.

-Y con esa verga sos tan puto.!!!!

-No soy puto, es.. que hoy estoy caliente...

Me arrastró bajo la ducha y allí continué mi mamada mientras él me enjabonaba la cabeza con shampoo y seguía pasándole jabón a toda la carne tanto mía como suya que tenía al alcance de sus manos.

Me detuve cuando sentí los espasmos de su verga sobre mi lengua y me di cuenta de que la eyaculación se estaba por producir.

-Haceme lo que quieras, estoy muy caliente no aguanto más....

-Seguí chupándola!!..Estaba por acabar en tu boca y la sacaste, puto de mierda..!!!

Me di vuelta y me puse de espaldas a él, dándose cuenta que yo no me iba a conformar con una simple mamada.

Se agachó, me separó las nalgas con sus manos y luego me las hizo sostener a mí para que no se cerrasen mientras él ubicaba su cabeza entre ellas y cada vez fue acercando más y más su lengua a mi hoyo hasta que lo encontró y se puso a lamer a toda velocidad abriendo el camino que luego iba a transitar con su verga que estaba chorreando precum en abundancia.

Con su lengua jugueteando en mi ano me excitó al máximo y casi me corrí sin siquiera tocármela pero en un descanso de sus lamidas pude decirle.

-Metémela ya!! No aguanto más...!!

Se paró detrás de mí, inclinó mi cuerpo hacia adelante obligándome a empinar el culo lo más posible, enjabonó sus dedos y de a uno me los fue metiendo hasta que cuatro de ellos fueron a parar dentro de mi recto distendiéndolo bastante como para lo que vendría a continuación.

Hizo un alto en la metida de dedos enjabonó nuevamente su verga, apoyó el glande en mi entrada y de un solo envión la metió casi toda.

Di un grito de dolor, porque hacía más de tres meses que nadie me cogía, en ese tiempo la metí muchas veces pero nadie me había excitado lo suficiente como para que le diese mi culito para sus necesidades.

-De que te quejás, puto. Si estás acostumbrado a que te rompan el orto!!!

Quise explicarle que hacía mucho que no me la metían pero no me dejó hablar porque nuevamente empujó y metió el resto de verga que aun sobresalía de mi culo.

Fue delicioso y doloroso sentir esa verga larga totalmente enterrada dentro de mí, la sentía dura latiendo allí en mis profundidades por unos segundos que me parecieron horas porque Darío muy ufano la dejó descansar allí sin siquiera moverla y menos intentó sacarla un poco para darme alivio.

-Eso querías? Sentir mi verga toda en tu culo, ahora la tendrás un buen rato!! Disfrútala!!

Solté mis nalgas y estas volvieron a su lugar aprisionando a mi visitante que al sentir las contracciones de mi esfínter comenzó a meter y sacar cada vez más velozmente hasta que sus huevos chocaron con los míos.
Sus manos apretaban mi cuello, porque él se había sujetado de allí para hacer los movimientos de mete y saca, mientras que las mías a toda velocidad jugaron con mi pija hasta que la hicieron derramar una buena porción de leche que desapareció por el resumidero de la ducha de Darío.

Con cada expulsión de leche mi esfínter se contraía y esas contracciones hicieron que el ser que me estaba dando placer lo notase en su verga y esta aceleró sus movimientos hasta que él me dijo:

-Me estoy por ir... Dónde querés la leche?

-Quieroooo chupártela otra vez?...!!!

Obedeciendo mi pedido muy rápidamente me la sacó antes de que explotase dentro de mí.

Al retirarla sentí un vacío tremendo, pero por poco tiempo porque sus dedos fueron a ocupar ese espacio tan dilatado que me había dejado al sacármela.

La metió en mi boca y casi sin darme tiempo a acomodarla para poder chuparla mejor empezó a largar una interminable sucesión de hilitos de semen calentito que fueron resbalando hasta que pasaron mi garganta y no los sentí más.

Lo disfrutamos bastante a pesar de que él negaba que lo hubiese hecho con otro hombre quedó satisfecho y elogiándome por la forma en que lo había hecho gozar con mi culo y con mi garganta.

Nos vestimos apresuradamente porque se le había hecho tarde para su partido de básquet y nos fuimos al club, para ver la derrota que tuvo su equipo.

Nos quedó muy claro a Darío y a mí que la causa de la derrota fue que quedo muy agotado con la excitación que sufrió en el baño de su casa, pero sus compañeros quedaron muy molestos por el poco rendimiento del Capitán del equipo.

Darío no podía contarles lo sucedido en su baño, pero inventó que había estado con una mujer...

Creí que no me hablaría nunca más después de que su equipo se vengó de él por la derrota pero a los pocos días me llamó par repetirlo y hacerlo mejor.

Pero eso lo relataré en otra oportunidad, como fue que Darío me invitó para volverlo a hacer pero no en su baño sino en la comodidad de su habitación.

Agradezco a mi amigo Gustavo S. que me hizo recordar este episodio de mi juventud y me instó para que lo escribiese.

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