viernes, 3 de febrero de 2012

Con este rudo si quise…


Esto me sucedió hace un año atrás, un domingo por las calles del centro de Mérida en Yucatán. Pasaba por esos rumbos viniendo de casa de un contacto con el que solo quedé de cuate sin pasar a más. Al estar en rojo el semáforo que me tocaba vi a un señor en la esquina esperando taxi o colectivo. Estaba de espaldas a mi pero me gustó todo el conjunto de su cuerpo. Rápidamente rodeé la cuadra hasta pasar por el frente suyo. 

Era un tipo alto de pantalón café, playera sport con dibujos, tenía bigote tupido con pecho y brazos velludos… y por su mirada cansada noté que estaba algo tomado. Pasé con el carro muy cerca de él y claro ni siquiera lo notó. Pues yo insistí y a mi tercera vuelta él ya no estaba ahí… Me lo encontré caminando hacia el área de paraderos de camiones y me propuse ligármelo antes que él llegue hasta donde había más gente. Pase lo que tenga que pasar, al menos debo intentar no? De nuevo di la vuelta y lo alcancé orillándome a la acera donde él se encontraba caminando, y alcanzando su ritmo de caminar, saqué la cabeza y dije en voz alta:

- Qué onda, buscas taxi? Yo te puedo llevar. Págame lo que tengas no hay bronca.. te digo porque a esta hora no pasan taxis por aquí.
Se detuvo de golpe y volteó hacia mi diciendo… – Què?
Y ahí confirmé por su expresión y falta de atención, que en verdad estaba tomado. Le repetí la propuesta sin mostrar (según yo) mis intenciones… sé que fueron obvias.
-  Orale camarada, pero yo vivo lejos… Me llevas hasta mi casa?
- Si me dices exactamente te llevo, claro.
- Vamos entonces camarada. Me salvaste. Aún con su acento cansado y no sé por qué, raro.

Al subirse me agradecía mucho el hacerle de taxista y me pidió un cigarro. A todo esto él manoteaba por lo que me percaté que en efecto tenia unas axilas súper peludas, y cada que levantaba los brazos yo metía la vista en ellas. Después de explicarme su dirección dijo
-  Gracias camarada, te voy a pagar cuando lleguemos a mi casa, ahí tengo mucho dinero… escuchaste? O si quieres te pago como tu quieras.

Eso es todo! Pensé. Éste hombre sí presta! Claro que me lo almuerzo. Yo aún seguía manejando y dijo que al llegar se daría un baño ya que se sentía sucio, lo cual no era cierto y a lo que aproveché para decir
- A ver levanta éste brazo. Y rápidamente metí la mano en su velluda axila acariciándola, y luego me llevé la mano a la nariz para sentir el aroma a él.

- Pues no hueles mal…
- En serio? A qué huelen?
- A hombre…
- Te gustan?
- Claro, y mucho!

Al llegar y estacionar en su casa pidió que yo entrara a lo que me negué tal vez por miedo de con quién vivía o no sé.
- Por qué no entras si vivo solo?. No me lo repitió y ya me encontraba cruzando su puerta. Vivía en un cuarto pequeño donde había solo lo necesario para él. También había una hamaca colgada y ropa limpia tendida en cuerdas cerca de la hamaca. Junto a una ventana tenia colgada una mochilita con mucho dinero que entonces confirmé no me mentía. Pregunté y me dijo es trailero. Uuuy!. En todo momento me ponía de espaldas a él para que pudiera apreciar mi trasero dentro de mi pantalón gris, y noté que efectivamente me miraba el culo pero aún no me refería nada al respecto.

Luego puso la Tv y se acostó en la hamaca. Yo estaba parado a la altura de su cara y por ratos le daba la espalda posando para que me mirara mejor…

- Ven, siéntate aquí a un lado.
Lo hice, quitándome además los zapatos para subir los pies a la hamaca. Quedamos juntos paralelamente. En eso preguntó si tenía novia. Al decirle que no dijo que no entendía por qué si yo no era feo, y prosiguió a contarme que él a mi edad era un tipo muy caliente que se cogía a un chingo de chavas en la escuela y tenía muchas novias. Así platicó algunas cosas. Él es más alto que yo por lo que cuando levanté la mirada lo encontré con las manos en la nuca, dejándome ver unas axilas abundantes de pelos que me hicieron relamer los labios.

- Ya me dio flojera bañarme, pero dices que no lo necesito ahora?
- No. Es más, déjame comprobártelo. Me incorporé y dirigí mi nariz a una de sus axilas hundiéndola y atrapando todo el rico aroma caliente que emanaba. Claro aproveché para lamer un poco también. Ahí me fijé que a él no le disgustaba eso que le hacía y me dio confianza para seguir en ello. Incluso tenía los ojos cerrados y respiraba algo agitado. Volví luego a mi posición en la hamaca y ya. Mientras platicábamos de otras cosas “normales” yo tenía puesto el brazo de tal manera que el codo le rozaba su entrepierna, en donde yo aún no notaba tanto bulto. Así estuve por un rato y fue cuando giré la cabeza para verle la cara de nuevo… dijo:

- La quieres mamar?. Solo asentí con la cabeza y él rápidamente desabrochó el pantalón. No tenía ropa interior, solo se veía una mata de pelos sobresalir de ahí. Se puso de nuevo las manos a la nuca mirándome como esperando que yo haga el resto del “trabajito” como yo quisiera. Abrí el zipper completo y bajé un poco más el pantalón a lo que él cooperó. Y ahí estaba su verga semierecta con capullo. Yo saboreaba el rico aroma mientras él solo miraba fijamente. Yo me untaba su verga en toda la cara y en dos segundos me la llevé a la boca. Inmediatamente creció y se hirguió hasta adoptar un enorme tamaño y grosor que me encantó claro, pero también me asustó un poco. Para verla mejor le pedí se sacara por completo el pantalón.. él me miraba fijamente con cara de lujuria, tal vez esperando mi reacción. La mamé por completo y me sorprendían sus huevos muy grandes y colgados. Todo su sexo era peludo y eso me ha excitado siempre. ( Hago hincapié en que esto es 100 % real no puro cuento).

Alternaba mis mamadas de verga-huevos-axilas y esto le encantaba a él. Lo masturbaba con mis manos para ver cómo brincaban sus huevotes, a lo que él se los tomaba con una mano ya que decía le dolían de tanto brinco. Posteriormente se me ocurrió tomarle fotos con mi celular pero antes le pedí permiso con temor. Accedió pidiendo las borrara luego, aunque no estaba tan preocupado por ello. Le tomé un sinfín de fotos, principalmente a su vergota y a sus axilas peludas en todos los ángulos posibles. Ël se dejaba. Hasta que con una mano me agarró fuertemente las nalgas. Me las masajeaba y buscaba la división entre ellas.
-Tienes buenas nalgas.  – Las quieres ver? Le dije.

Ël asintió mirándolas. Me puse de espaldas a él y me bajé el pantalón hasta las rodillas. Me gustaba a mi mismo cómo se veían dentro de mi trusita blanca y pequeña, y al parecer a él también porque dijo: -Ya ves? Qué rico culo. Y de un jalón me bajó la trusa metiendo los dedos entre ellas hasta sobarme con uno de sus dedos mi culito.  Él tenía la respiración agitada y me pedía se la volviera a mamar y así lo hice hasta interrumpirme diciendo: -Te quiero coger ese culo. Ponte de a cuatro.

Yo no tenía condón y le pregunté pero tampoco tenía, solo dijo:-Cómo iba a saber que me iba a encontrar un culo así para clavármelo. Me sugirió ir por ellos a la farmacia de ahí cerca pero preferí ir yo solo para no demorar más. Mientras yo me vestía de nuevo él se la jalaba mientras me tocaba las nalgas. Me pidió ir de prisa y así lo hice.

Al regresar lo encontré acostado en la hamaca con la verga más que lista y yo al verla me lamí los labios a lo que él respondió:-Mírala, está esperando a tu culito. Ven ya para clavártela toda. Me saqué el pantalón y me agaché a mamársela mientras él con sus dos manos me agarraba la cabeza para hundirmela toda en la garganta. Luego se chupó un dedo y empezó a jugar con mi orificio: -Ya súbete aquí, déjame cogerte.  Yo soy estrecho, dado que pocas veces me penetran, y menos por vergas así de enormes, por lo que ahí y a la hora me dio miedo:

-No tengas miedo, te la voy a meter despacio hasta que tu solito pidas que te rompa el culito.
Me subí sobre él montándome de espaldas. Él no dejaba de darme nalgadas y jugarme el hoyito diciendo obscenidades y llamándome “mamacita” o “muñeca” y cosa así. Eso no me agradaba del todo pero con tanta excitación me resultó chistoso y luego, caliente.

Apenas se puso el condón me jaló de las caderas hasta su verga y me empecé a sentar muy despacio en ese animal. Como todos han de saber, fue un dolor terrible pero recordando todo lo que me costó conseguir a éste sabroso señor, no me quedó de otra que aguantarme y disfrutar. Yo tenía los ojos bien cerrados y los dientes también hasta escuchar de él: -Ya ves, te la tragaste todita, ahora si prepárate porque te voy a mostrar lo que es un macho caliente! Y enseguida comenzó a cabalgar con toda su fuerza. Me tomaba de las tetillas, las masjeaba y apretaba con rudeza, a la vez que besaba y mordía mi espalda. Yo sentía rico al grado de olvidar si me había dolido o no esa cogida.

- Ay si, a´si cabrón, qué rica verga… dale, dale duro!!
- Sí muñeca, mira lo que te mereces por haberme calentado. Por andar de ofrecida, ándale, cómetela… cómetela todita.
- Sí, más. Te gusta tenerme así?
Él jadeaba como un animal, y por su fuerza y estatura me movía a su antojo. Hasta entonces quedar frente a frente sin sacarme la verga. Entonces me besó frenéticamente y me amasaba las nalgas con respectivos chupetes de cuello y tetillas. Era él tan, pero tan caliente, que disfruté cada segundo estando ahí, y así ensartado.
- Te gustan las vergas así de grandes muñeca? Si?
- Sí. Contesté apenas.
- Sabía que te gusta, sabía que querías que te diera por el culo.
- También desde que te vi ahí parado quise saber qué tan rico cogías.

- Pues ya ves cómo coge un macho. Así se da verga por el culo a una muñequita caliente como tú.
No sé si sobre pasé el límite de mi excitación pero eso me hizo ver que aquella era una de las mejores sesiones de sexo que había tenido. Tardamos como cuarenta minutos así. Me hacía cabalgar con toda su fuerza. Con sus gruesas y peludas piernas me hacía subir y bajar, y chupaba mis tetillas con un deseo enorme. Su rostro era otro. Yo ya no aguantaba y me iba a venir en cualquier momento… pero coincidimos en eso.

- Toma mi vida. Toma! Muévete nenita, aprieta más el culo, sácame la leche. Andale que ya está por escupir leche esta verga que tanto querías. Toma, toma!! Dijo enajenado y clavándome con toda su fuerza.
Yo no pude más y me vine sin tocarme en su barriga, cosa que no le importó porque  también se estaba viniendo en ese instante.

- Abre el culo! Aquí te va tu leche bien caliente hasta el fondo. Siéntela muñeca. Exprímeme la verga. Y me besó super rico mordiendo mis labios y metiendo su lengua jugando dentro de mi boca.
… Hasta que la calma llegó. Seguía besándome muy rico aún con su verga dentro mío.
- Wow muñeca. Me sacaste toda la leche de los huevos… eres una putita.

- Y tú una bestia cogiendo… ahora ya me duele. Pero me lo merezco. Y también lo disfruto. Sí.
Quedamos de vernos el domingo siguiente. Desafortunadamente yo no pude acudir a la cita los siguientes dos domingos, y el tercer domingo él se regresó a Veracruz a llevar el trailer que le correspondía. Posteriormente visité la casa donde tuvimos aquel encuentro pero al preguntar a los vecinos me confirmaron que tal vez regresaría en cuatro meses. Claro rentando otra casa en algún lugar que por supuesto nunca encontré.

Gracias por leer una de mis mejores experiencias. Si gustan comentar les agradezco… nomás no sean tan duros al juzgarme. Jejeje. Gracias!!



1 comentario:

  1. como me gustaria encontrarme un macho asi! pero me encantaria me coja a pelo para sentir su lechita entrando bien adentro de mi ojete!
    si hay alguien que quiera llenar una colita de leche que me escriba a chaser4topbear@outlook.com

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