Lujuria y Pasión en el Ciber

Quería hacerlo sentir todo el placer y deseo, que tenía por él, comenzó a quejarse, me metí un dedo en la boca, y lo llevé a su ano, su pija se ponía dura, parecía que reventaba y hervía en mi boca, chupaba toda su cabecita la mojaba y la limpiaba en instantes, para meterla nuevamente en la boca

Una historia donde todo se torna distinto con el paso de cada minuto… llenando de placer todos los espacios vacíos… dejándose llevar por el momento… de lujuria y pasión…

Amaneció siendo un día particular, de por sí era feriado debido a que era “día de los santos muertos”…y en coincidencia a esto no había nada en la calle…no tenía preparado nada, entonces decidí irme al lugar preferido de cualquiera de nosotros “el ciber”… aunque era raro encontrar un lugar abierto en un día tan triste… igualmente quedándome en mi casa no ganaba nada….

Plena tarde, con el sol radiante en mi cabeza me preparé, en busca de mi destino… esperando sea afortunado en algún momento… aunque no sabía lo que sucedería ese día, sin pensarlo siquiera… subí en mi bicicleta… yo de short y remera, aunque el calor era un poco insoportable, igualmente, decidí ir a ese lugar… ya había ido una vez y la verdad el dueño no estaba nada mal… aunque no me atendió de muy buenas maneras igualmente el lugar era bastante bueno… por lo que comencé a ir seguido…

Llegué todo transpirado… pero estaba cerrado… todo había sido innecesario… entonces decido volverme a casa, pero en el camino… vi al dueño en su moto… entonces sospeché que estaban por abrir (estaban por que son varios las personas que están allí siempre) regreso y para mi sorpresa estaba solo… no muy alto él, 1,78 cm, unos 78 Kg., pelo largo, barba, tipo candado, buen lomo se veía que hacía gym… la verdad un hombre buen mozo… él de short, de esos de deportista, tipo futbolista, una remera blanca bastante gastada por lo que podía ver su pecho, parecía bastante velludo… es más sus piernas me dieron entender eso, ya que eran bastante peludas y gruesas… por momento detuve mi mirada en su bulto aunque no podía distinguirlo con claridad, igualmente lo intenté…

Lo saludé… se sonrió, un mini segundo y he aquí mi sorpresa… me dijo que no sabía si abriría… le dije que por favor lo hiciera que seguro se llenaría en cuanto vean abierto el local… se sonrió y me dijo que hacía bastante que iba para allá pero que no concía mi nombre aún… yo sonreí… le dije Sebastián, ¿vos? -Mario… –Mucho gusto, le dije… a lo que respondió – el gusto es mío!…

Me ofreció una máquina y preguntó por cuanto tiempo estaría… le dije que no tenía un horario definido… estaba todo bien, así no se queda solo él… al cabo de un momento comenzamos a charlar de todo un poco… supe que estaba casado, que tenía una nenita y otras cosas más… por momentos se acercaba o pasaba por el lado y yo sentía como temblaba todo en mi cuerpo… su mirada estaba en mi cuello y cada vez que me daba la vuelta veía como cambiaba su mirada… en un determinado momento se traba la máquina y le dije que se acercara, vino se puso detrás de mi, y en un solo movimiento lo tenía encima de mí hablándole un poco a mi cara y otro poco a mi cuello, haciendo bromas apoyaba sus labios en mi orejas, y su barba me raspaba, lo que me encantaba, me hacia estremecer, me dijo que el problema era de unos cables mal conectados de atrás de la PC entonces se puso de costado imagínense su pene estaba lo bastante cerca de mis brazos y más aún de mi rostro levantaba un poco su pierna, al ser corta su remera me dejó ver su dorso… y si estaba en lo cierto era todo velludo en especial la parte del ombligo, sentía como deseaba poder besar esa parte y cuantas cosas más… por lo que yo traté de acercar mi cara a su abdomen, preguntándole si necesitaba un poco de ayuda, en un mal movimiento pierde el equilibrio, entonces choca mi cara y no justamente con su ombligo, sino con lo más preciado de él, debajo de su cintura!…si es cierto… su bulto estaba todo plasmado en mi cara… él comenzó a sonreír, preguntándome si estaba bien…. yo reí, reí y re&iacute

;, él no sabía lo bien que la estaba pasando…

Pasaron los minutos y nos seguimos riendo del suceso… entonces se sienta al frente de mí, o sea en una PC, no nos podíamos ver la cara, dado a que nos tapaba la pantalla… en un determinado momento quedamos en silencio, y levanté un poco la mirada y no le podía ver que estaba haciendo, supuse que había quedado dormido o algo, entonces insistí en mirarlo, y ya que no podía por arriba lo miraría por abajo, waoo, tenía una preciosura entre sus piernas, que deseaba. Pronto comienza a acariciarse un poco las rodillas, como rascándose… yo rogaba que lo hiciera un poco mas arriba… ja jaja… Comienza a subir un poco más, sentía como hacía clic el mouse, por lo que supuse que miraba “algo en la pantalla” se ponía cada vez más caliente, ya su mano acariciaba su entre pierna, yo comenzaba a transpirar más, sentía como mis pantalones comenzaban a apretarme más, mi pija se hinchada de apoco, y veía como la suya también, su mano ya no estaba más en la entrepierna sino en sus bolas más aún en su torre, por fin podía ver salir un poquito tapado con su slip, pero pronto se lo quitó, parecía que a ambos nos molestaban, yo no lo podía creer, él al frente mío, con su pija durísima, y yo de este otro lado, de la misma manera, comencé a apretarla de a poquito, pensando en la otra pija que estaba al frente mío… era rosadita una punta bastante grande y ancha hacia atrás, bastante peludo. Cada vez el movimiento era más veloz, y yo sentía explotar, veía como sus fluidos se comenzaban a salirse, en momento era como que se cansaba, y paraba y por otros quería terminar, seguramente le inhibía mi presencia, yo no sabía que hacer, al ver que su pija se ponía nuevamente dura, lo hablé diciéndole que la máquina se había trabado de nuevo, entonces me dice que espere un segundo, le dije que no podía esperar más, ¡que en realidad era verdad! entonces trata de acomodarse un poco como para disimular su erección, se acerca pero esta vez ya no se agacha sino se pone de lado, mi cabeza estaba en la altura correcta… entonces…

Lancé mi cara hacia su verga, comencé a besarla, él no me la negaba sino que la apoyaba en mi boca llevé mis manos hacia su cuerpo, una en sus nalgas, le recorría sus piernas, besaba todo la ruta marcada en su pantalón, se bajó un poco, pero le lamí sus dedos, llevándome a sus bellos púbicos, bajé del todo mi lengua ayudándome un poco con la mano por fin la tenía, me agarró con las manos la cabeza y sentía como entraba esa dulzura en la boca, abrí grande para que entrara completa, pero no llegaba a metérmela entera, se comenzó a mover yo apretaba los labios quería hacerlo sentir todo el placer y deseo, que tenía por él, comenzó a quejarse, bajé del todo sus pantalones, subí suavemente me metí un dedo en la boca, y lo llevé a su ano, allí ya no podía parar de gozar ni él ni yo por supuesto, su pija se ponía dura, parecía que reventaba y hervía en mi boca no dejaba que se quedara fuera de esta fiestita, chupaba toda su cabecita la mojaba y la limpiaba en instantes, para meterla nuevamente en la boca…

El trata de sacarla pero no la dejaba, hasta que me pidió que parara… le pregunté por qué… me dijo que cerraría el lugar para poder estar solos y tranquilos… le subí un poco el pantalón lo acompañé hasta allí agarrado de su pija, como no había nadie, era bastante normal, y él dejaba que jugara con él… Cerramos todos, saqué su remera lo besaba en sus tetillas mordiéndole un poco… ahora si me deshice de su pantalón, él ni lerdo ni perezoso, me puso de espalda apoyé mis brazos sobre la mesa de la PC, bajó mi short y me abrió el ano con su dedo, al principio pegué un pequeño grito de dolor , luego ya era de placer, me pidió que abriera un poco las piernas para facilitarle el trabajo. Lo hice despacio, me fue acomodando en el ángulo adecuado y siguió acariciándome.

Yo lo sentía moverse detrás de mí entonces sentí su glande caliente, gordo y durito calzado en mi culo. Empujó suave al principio yo gemía como loco… me agarraba de la pija con una mano y con la otra del cuello llevándome así atrás, sent&iacute

;a como su verga entraba en mi y salía. Yo no sabía qué hacer, pero me moría por seguir sintiendo eso en el culo, no lo podía creer. Él, muy despacio, me empujaba hacia atrás y me iba entrando esa pija, muy despacio, con mucho cuidado. Yo sentía dolor y ese calor e instintivamente iba por más, seguía entrando, quería más. Él me movía el culo y yo sentí esa cosa, cada vez más adentro. Me empezó a mover más, y cada vez me empujaba un poquito más, más adentro. Entonces me di la vuelta le dije que se recostara en el suelo quería hacer algo que nunca lo había hecho, mojé su pija y me senté en ella, entró a la perfección aunque él ayudó un poco, entonces comencé a subir y bajar, yo lo agarraba del pecho, el tirado debajo de mí, desnudo, su mirada dulce y viril, su barba. Empecé a gemir, despacio y él sonreía. Me decía bien, muy bien, qué lindo, qué lindo y me acariciaba las tetillas, en eso se sentó y nos comenzamos a besar y debo confesar tragábamos nuestras lengua a más no poder, me acostó sobre sus piernas y sentía como sus caderas chocaban con las mías, yo agarrado a él y bajo de todo mi culo, sentía su tronco adentro, caliente, palpitante y le vi la cara de placer y me envalentoné y empecé a subir y bajar, en cuclillas, cada vez más rápido, sintiendo toda esa espada en mi culo, sintiéndome tan suyo.

Nuestros gritos de repente era uno solo, me empezó a agitar cada vez más, y sentí el calor que sube y me sentaba cada vez más fuerte y me restregaba contra ese pene cada vez más desesperado, arañándole el pecho, sintiéndome muy loco, muy bien, y queriendo más. Él me empezó a agitar, me agarraba más fuerte, me vino eso, y él acabó conmigo a borbotones, acompañándome y me empujó contra su cuerpo y abrazándome, y me quedé con su verga en el culo sintiendo el semen entre nuestros cuerpos pegajosos entre sus brazos, me quité de encima por que me decía que le dolía un poco la punta, se paró y se la frotaba aún quedaban gotas de su leche, me pidió que se la limpiase y lo hice probando el sabor de su cuerpo carnoso… luego de estar besándonos y abrazándonos comenzamos a vestirnos, me invitó para vernos después aunque nunca más volví… esa noche tuve que volver caminando a mi casa por que me dolía mucho el ano… igualmente creó que el siempre se acordara de mi y yo de el ciber….

Autor: London Ford

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