Querido amigo: No sé que sucede, yo no busco las situaciones eróticas, pero siempre las encuentro, en el lugar menos pensado. Hoy te contaré lo que me sucedió el último domingo.
El domingo último a David se le ocurrió ir a visitar a una prima. Como era temprano y hacía mucho calor, dimos una vuelta por un parque cercano y alrededor de las 18 horas llegamos a la casa de su prima. Una casa dos pisos, de unos cincuenta años pero bien cuidados, con unos diez departamentos. Bajó a abrirnos el hijo de su prima, un chico de unos nueve años, nos hizo pasar a un amplio corredor, subimos las escaleras y nos hizo pasar a un departamento pequeño. Allí había un comedor con una cama marinera, una cocina regular, baño y un dormitorio, todas estas habitaciones daban a un pozo de aire.
Conversamos un rato, pero no pudimos seguir nuestra conversación por los ruidos impresionantes golpes y conversaciones que venían del pozo de aire. Me asomé a ver que sucedía y allí vi a un tipo de unos 25 años tirado en el suelo, martillo en mano tratando de arreglar una moto, y conversaba con alguien que estaba dentro y al cual yo no podía ver. El tipo estaba en short, y pude verle un cuerpo que no me excitó para nada, vulgar, un culo chato y sin forma pero lo que tenía muy hermoso y excitante eran unos pelos que le cubrían el pecho, eran justo lo que me gusta a mí, ni pocos ni muchos. Comenté que era una tipo con una moto y la prima de David, dijo que eso sucedía todos los días. Nos dijo que ya que habíamos venido, teníamos que quedarnos a cenar, se fue con su hijo a hacer las compras para al cena. David y yo quedamos solos en el depto.
Los golpes siguieron, yo me acerqué a la ventana a ver que sucedía aunque ya sabía a que se debían los golpes, pero lo hice más para poder contemplar ese pecho peludo que me había gustado tanto. El muchacho estaba tan ocupado con su moto que ni se dio cuenta de que era observado. Solamente tenía puesto un short de esos cortos, estaba descalzo, sus manos estaban negras por la grasitud de la moto. Se tiró en el piso para tratar de acomodar una tuerca y al separar las piernas por la pierna del short le vi todo su armamento de hombre. Una pija de tamaño regular y unas buenas bolas y mucho pelo ocultaba toda esa parte de su anatomía. Supongo que él ni cuenta se dio que por ahí se le veía todo y ni pensaría que alguien lo estuviera observando. Metió una mano por ahí y se rascó las bolas sin preocuparse de que le podía quedar engrasadas.
Amigo, ya te imaginarás, yo ni me separaba de la ventana y mi mano ya estaba en el bolsillo, acariciando mi pija dura. David me miraba y se reía de mí, pero ni se acercó a la ventana para ver por qué o por quién me había calentado. EL tipo seguía tirado de piernas abiertas mostrando todo, en una mano tenía una llave de esas de apretar tuercas y con la otra sujetaba la tuerca. Vi una sombra, era un tipo de su misma edad que salió por la puerta de la cocina, se dirigió a él, se agachó y por la pierna abierta le metió la mano y le agarró la pija. Yo de mi posición en la ventana podía ver y oír todo. -¡No jodás! que estoy recaliente con esta moto de mierda, no la puedo arreglar. Eso oí que el de la moto le decía al otro. Fue como hablarle a la pared, el otro siguió con su mano allí adentro. Lucharon un poco, el de la moto para quitárselo de encima y el otro para seguir tocándolo. Finalmente pudo bajarle un poco el short, quedaron sus pendejos al aire y la raíz de su pija, todo eso hacía juego con los hermosos pelos que ya le había visto en el pecho.
-¡Dejate de joder! ¡Dejame arreglar la moto tranquilo! Después si querés joda te la voy a dar. Más o menos esas fueron las palabras que oímos, porque David a una seña mía también se acercó a la ventana. Seguimos mirando y el otro tipo seguía cargoseando al de la moto y tironeaba del short. Finalmente el de la moto cedió. -Bueno, vamos al dormitorio, así te dejás de joder y me dejás terminar de arreglar la moto de una vez. Entraron por la puerta de la cocina, que era la única que daba a ese patio. Pero por suerte para mí la ventana del dormitorio daba a ese pozo de aire, desde la ventana del comedor se podía ver, pero de la ventana de la cocina se veía el dormitorio en su totalidad. Agarré a David de la mano y me siguió a la cocina. Desde allí tenía una gran panorámica del dormitorio, porque la ventana estaba casi enfrente y un piso más arriba.
El otro tipo era morocho, bajito, regordete, estaba de bóxer, se notaba un bulto bastante grande, el de la moto ya tenía el short por la mitad de las nalgas, así pude ver ese culo sin gracia y chato. El otro se tiró en la cama, levantó las piernas y se quedó en bolas, tenía una pija considerable, es decir muy gruesa pero corta, el de la moto otro se sacó el short y pude verle por primera vez todos sus pelos que le cubrían gran parte de la pija y las bolas. Dijo algo, pero fue tan bajo que desde el piso de arriba no lo pude oír, se puso arriba del otro y con la pija en una mano se acercó a la cara y se le golpeó la boca con ella. Logró meterla y empezó un ir y venir cogiéndole la boca, ¡te juro que desde esa cocina yo podía ver todo! Pude ver como la chupaba y al mismo tiempo se pajeaba, cuando se le puso dura, siguió igual corta pero muy gruesa.
Yo no aguantaba más, David me acariciaba la bragueta hasta que finalmente me la abrió y ¡se puso a chupármela! Me calenté muchísimo con la escena que estaba mirando, el de la moto se puso al borde de la cama con todo el cuerpo sobre la cama y las piernas apoyadas en el piso, y el otro se agachó en el piso entre sus piernas y siguió chupando, de vez en cuando el de la moto le agarraba la cabeza, la acariciaba y la empujaba contra su cuerpo. Amigo, te diré que no aguanté mucho más, entre las chupadas de David y la chupada de ese tipo, mi verga empezó a latir mientras David aceleraba el ritmo le lancé toda mi leche en su garganta cosa que lo hizo gemir bastante. Cuando me tranquilicé, seguí mirando y ¡me encantó lo que vi!
El de la moto seguía en la misma posición, pero el otro se puso de frente a la ventana o sea de espaldas a él y se fue corriendo hasta que se sentó sobre su pubis, le agarró la verga y pude ver claramente como la frotaba entre la suya y sus huevos, se notaba la gran diferencia tanto de largo como de grosor. Ignoro si no se dieron cuenta de que alguien podía verlos o no pensaron en nada, porque estaban tan entretenidos con lo suyo que ni miraban la ventana. Se mojó los dedos con saliva y humedeció la pija del de la moto, que no hacía nada, simplemente permanecía tirado en la cama. Vi perfectamente cuando con una mano levantó sus huevos y su pija, hasta que el de la moto se agarró la pija y la sostuvo firme, aunque parecía estar muy dura. Se levantó un poco y se dejó caer en esa pija que lo esperaba. Seguía con la mano levantando todo su instrumental, así que pude ver como descendía hasta que los pelos del de la moto tocaban sus nalgas. David ya había sacado su pija para afuera y quería que yo le retribuyera con una chupada igual a la que él me había hecho a mí. Pero yo estaba tan entretenido que no quería perderme nada.
Mi pija seguía afuera de mis pantalones y quería levantarse de nuevo. David se quejó un poco, se la sobó diciendo que él también tenía derecho a gozar, hasta que no aguanté más y no queriendo discutir porque quería ver en que terminaba el de la moto con el otro, me bajé los pantalones y le dije que hiciera lo que quisiera pero yo quería seguir mirando. Aceptó de mala gana y se puso atrás mío a lamerme el culo y con una mano me la empezó a tocar hasta que logró que se parara de nuevo. Bueno, no sé si por su mano o por ver como el tipo bajaba y subía de la pija del de la moto.
Ellos seguía en la misma pose, el de la moto había puesto sus manos bajo su cabeza, el trabajo lo hacía el otro. Subía, bajaba se agarraba la pija la descabezaba, se tocaba las bolas, se pellizcaba las tetillas. En fin todo, el otro simplemente se dejaba hacer. Sentí la cabeza de la pija de David apoyada en mi ano, y la metió sin avisarme, en realidad estaba tan absorto mirando que ni le presté atención a sus lamidas y ni noté cando me metió sus dedos ensalivados. Logró meter la mitad de su verga, es como la mía normal unos 20cm, pero un poco más gruesa. Sentí un estremecimiento y un cosquilleo en mi propia pija, que ya estaba bien dura. David me la agarró, empujó y creo que me la metió toda, porque empezó un mete y saca bárbaro.
Te diré que ni nos acordamos de que su prima y el hijo en cualquier momento llegarían y nos iban a encontrar casi en bolas y ensartados. Empecé a disfrutar, y la cabalgata de enfrente era cada vez más rápida, hasta que el de la moto lo agarró de la cintura y lo empujaba hacia arriba y hacia abajo el otro al tener las manos libres se pajeó a todo dar, no sentí su alarido pero vi como se abría su boca y una cantidad impresionante brotó de su verga y le cayó en las mano. David también gimió y sentí que se vaciaba dentro mío. Mi mano aceleró sus movimientos en mi pija y la poca leche que me quedaba pegó contra la cortina de la ventana. No vi más movimientos, quedó sentando sobre la pija del de la moto hasta que este lo tiró para un costado y se le salió. La agarró con su mano y seguía dura, el otro se puso a lamerla pero no se la puso en la boca. Vi las contorsiones de la cara del de la moto y miré otra vez a su pija, empezó a salir la leche mojando la cara y la lengua de su acompañante, que no dejó perder nada se la tragó toda.
David me la sacó, mejor dicho se salió cuando se le bajó, la lavó allí mismo en la pileta de la cocina, me limpió la mía con su lengua y nos vestimos. Yo seguía mirando por la ventana. No hubo besos, ni caricias, solo fue mecánico. Creo que el de la moto no estaba muy conforme con la situación o no tendría ganas en ese momento. Me di cuenta de que gozó pero muy perturbado, el otro sí lo disfrutó mucho.
Sentimos el timbre del portero eléctrico David lo atendió, era su prima que necesitaba ayuda para subir todas sus compras. Bajamos a ayudarle y cuando estábamos nuevamente en el depto. le pregunté a su hijo quien vivía abajo. Me contestó que un matrimonio, pero como yo le dije que había visto a dos hombres y a ninguna mujer. El chico dijo que estaban el marido y el hermano de ella, la mujer cuidaba enfermos y los domingos por lo general no venía. Ya me enteré de como era la relación de los dos tipos.
Cenamos tranquilamente el pollo al spiedo que trajo del super, y lo acompañó con arroz blanco y ensalada de lechuga y tomate. Antes de irnos miré otra vez por la ventana del comedor y vi luz pero no vi a nadie, me deslicé hasta el dormitorio y de allí sí podía ver la cocina. Allí estaba el de la moto lavando los platos, se ve que cenó con su cuñado y no sé si esperaría a la mujer o que iría a pasar.
Querido amigo, nos fuimos para casa, pero como David quedó muy caliente porque no lo quise coger, tuve que complacerlo en casa. Pero esa es otra historia. Recibe un abrazo de tu siempre amigo Omar. Ya sabes donde encontrarme para hacerme comentarios o contarme las cosas que te suceden o a tus amigos.
Autor: Omar
omarkiwi@yahoo.com
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