sábado, 26 de mayo de 2012

Perversa Calentura

No sé que extraño poder ejerce sobre mí la imagen de una buena verga, pero el solo hecho de tenerla presente en mis pensamientos hace que mi cuerpo se estremezca por completo, que mi boca se seque y que mi hoyito se contraiga deseando con todas sus fuerzas ser invadido por ese trozo de carne viril que ha marcado mi vida y que me hace ser tan puto.

Esto me sucedió cuando cursaba mi primer año en la universidad durante el cual me costo mucho adaptarme al nuevo estilo de enseñanza y mis notas no eran del todo favorables, especialmente en un ramo que se me hacia muy difícil, fue por esta razón que decidí tomar clases particulares con una profesora muy simpática con la que me llevaba muy bien y que anteriormente ya me había ofrecido ayuda invitándome a estudiar a su casa, éramos muy amigos a pesar de nuestra diferencia de edad, ella era viuda y tenia un hijo de 29 años que era marino y que se encontraba desde hacia un año en el norte del país, en esos tiempos mi interés estaba centrado solo en estudiar y sacar adelante mi año escolar. 

Todo iba muy bien y sin mayores problemas, hasta que un día al llegar a casa de mi profesora me encontré con la agradable sorpresa de que su Hijo Alex había llegado para quedarse una temporada y descansar, ahí fue donde conocí al hombre que más tarde me haría conocer nuevos y excitantes placeres, ella me lo presento y desde el primer instante en que lo vi en lo más hondo de mi hoyo jugoso broto una palpitación que me hizo calentarme, su cara de niño malo y de hombre fuerte a la vez me puso como una puta en celo, él era un hombre perversamente hermoso, arrebatadoramente sexy, su cuerpo era un verdadero espectáculo erótico para mis libidinosos ojitos de maraco polvero, era peludo y creo que eso fue lo que más me gusto, es que mi debilidad son los hombres peludos, siempre me han calentado esos ricos machotes que tienen el cuerpo cubierto de pelos y este lo era aunque no en exceso y a pesar de tener un aspecto intelectual había algo en el que le daba la imagen de macho salvaje y rudo, su paquete fue blanco de mis más profundas aunque discretas miradas, cuando oí su voz diciéndome: “Hola, mucho gusto, mi nombre es Alejandro” solo pude mirar su boca con detención y soñar con comérmelo a besos, que sensación tan ardorosa provoco en mi ver esos labios carnosos a solo centímetros de los míos que se secaban con la solo idea de besarlo, todo fue tan especial que ni siquiera me acordaba cual era el motivo de mi presencia en ese lugar, su belleza y su virilidad me hicieron caer en un quemante letargo que me consumió hasta que su mamá me despertó preguntándome si se me ofrecía un refresco y aunque en esos instantes solo se me ofrecía mamar desesperadamente la verga a su hijo acepte ese jugo que tal vez me ayudaría a calmar mi sed de tener la verga de Alex entre mis nalgas, el vestía aun su uniforme de marino que le quedaba realmente precioso, durante toda esa tarde no pude pensar en nada más que no fuera en el, en mi mente no había lugar para estudiar solo quería tenerlo frente a mi para poder contemplarlo a mis anchas.

Así fueron pasando las tardes en su casa, el se comportaba muy amable conmigo, pronto nos hicimos amigos y aunque no éramos íntimos el me tenia cierto grado de confianza, era una persona muy extrovertida y bromista, siempre tenia una sonrisa a flor de labios, esas labios carnosos que permanentemente humedecía con su añorada lengüita, yo me pasaba horas mirándolo sin que él se diera cuenta, me gustaba soñar con su vigorosa verga dentro, fuera y en los alrededores de mi boquita, soñaba con su maravilloso cuerpo, que hombre tan hermoso, que manera tan varonil de caminar, sus piernas gruesas me enloquecían, cuando estaba sentado en su escritorio yo con disimulo tiraba un lápiz al suelo para así agacharme y poder mirar aunque fuera por segundos su paquete soñado por mi culo, como poder describirles ese gordito bulto que prometía un sin fin de placeres de carne dormida, de olores, de sudores, de secreciones y lo más importante un pene y unos huevos que esperaban pacientemente de alguna generosa boquita o de algún culo dispuesto a todo con tal de hacerlos gozar, como poder hacerles sentir lo que sentía yo cuando a poca distancia de mis fogosos ojitos aparecía ese hermoso paquete que me embelesaba, los pantalones le quedaban tan ajustados en el culo que se le marcaban los slip que llevaba puestos y eso me excitaba de sobre manera, en todo caso yo también aprovechaba cualquier oportunidad para mostrarle disimuladamente mis atributos, me vestía con ropas muy ajustadas y paraba mis nalgas para que el pudiera apreciarlas en todo su esplendor, todo marchaba normalmente hasta que un día como era habitual fui a su casa para asistir a una mas de mis clases la que por lo cierto no fue una más, cuando toque el timbre Alex salió a abrirme la puerta venia muy transpirado y desordenado, vestía unos jeans gastados y una camiseta muy delgada, estaba empapado y desde la camiseta de traslucía su exuberante torso velludo, yo quede un poco impresionado al verlo en semejante facha por que el siempre andaba muy ordenado y además por que se veía muy sensual, el noto mi sorpresa al verlo así y me explico que había estado lavando el auto y que por eso estaba tan mojado, después de explicarme todo me dijo que lamentablemente su madre no podría darme clases por lo menos por una semana porque había viajado a Santiago para asistir a una serie de reuniones del ministerio de educación, yo le dije que no había problema que volvería cuando la su madre llegara de su viaje, pero Alex me detuvo y tomándome del brazo me dijo: 

“No te vayas tan pronto, quédate un rato y así podemos conversar, ¿sabes? no me gusta estar solo y contigo la paso muy bien” yo encantado acepte quedarme un rato, pensando que solo conversaríamos pero no fue así, cuando estuvimos dentro de la casa Alex maliciosamente se quito la camiseta y frente a mi quedo su voluptuoso torso totalmente desnudo, su piel estaba bañada en agua y sudor, su cara tenia cierta sonrisa coqueta que me hizo casi desmayar, la calentura comenzó a emanar de mi cuerpo juvenil como nunca antes, el verlo así y estar a solas con el en esa amplia casa hizo que mi verga poco a poco comenzara a endurecerse, el se dio cuenta de mi estado y con una premeditaba lentitud y erotismo comenzó a secarse las tetillas y las axilas con la misma camiseta, yo comencé a ponerme nervioso, además se me acerco tanto que estuvimos apunto de besarnos, pero no fue así, el quería hacerme sufrir, ya se había dado cuenta de que yo moría por el y estaba jugando conmigo porque justo cuando yo ya estaba estirando mi trompita para besarlo se alejo de mi sonriendo muy burlesco, yo no entendía su jueguito pero de todas maneras me gustaba como Alex manejaba la situación a su antojo, estuvimos un buen rato conversando, estábamos tan juntitos que nuestras piernas permanentemente se rozaban de una forma muy morbosa para mi, la proximidad de nuestros cuerpos hacia pensar que algo sucedería y así fue, de repente sentí su mano sobre mi pierna sobandome con suavidad, cuando lo mire a los ojos creyendo que había dado el primer paso, el me tranquilizo diciéndome que le encantaba la tela de mi pantalón y que este me quedaba muy bien, la conversación fue amplia, hablamos de muchas cosas hasta que llegamos al esperado tema del sexo ahí Alex comenzó a hacer alarde de su hombría y a relatarme con un profundo tono de voz algunas de sus experiencias sexuales con mujeres, fue tan detallista que yo creí morir cuando me explicaba lo dura que tenia la verga o como se la habían mamado en alguna de sus aventuras, y solo me limitaba a escucharlo y mirar de reojo su bulto que de tanto recordar sus experiencias sexuales ya estaba empezando a crecer, Alex se calentó tanto que propuso que subiéramos a su pieza donde tenia el computador para que visitáramos paginas porno en Internet, yo un poco dudoso acepte tratando de disimular mi nerviosismo y subimos a su pieza, la cual contaba con una amplia cama que todavía estaba sin hacer, las sabanas se encontraban aun revueltas y desordenadas dando fe de que ahí por las noche había dormido, sudado y quizás se había masturbado un hombre plenamente potente y atractivo, Alex me pidió que perdonara el desorden y me puso una silla frente al computador, me senté muy cerca de el, en una posición en la cual podía fácilmente oler su aroma tan varonil y en la que nuestras piernas nuevamente se rozaban de una manera muy morbosa para mi, encendió el computador y se puso a mirar fotos de mujeres desnudas, el ver esas mujeres tan voluptuosas a mi no me provocaba nada, yo solo estaba engolosinado mirando la cara de placer que tenia Alex, mirando como se mordía obscenamente su labio inferior, de pronto sus venosas y huesudas manos comenzaron a bajar desde su pecho hasta llegar al su entrepierna y a acariciarse el paquete de una manera muy apasionada, con tanto descaro como puedan imaginarse, sus dedos se perdían en esa inmensa protuberancia de carne ardiente, no se como pude soportar semejante suplicio cuando se agarro la verga por encima del pantalón y pude darme cuenta de su verdadera magnitud, hubiera querido arrancarle el pantalón con violencia, haber quitado cualquier obstáculo que me separara de aquella verga y chuparla hasta más no poder, hasta ya no tener fuerzas en mi boca de tanto mamar y mamar y aunque me contuve no pude evitar acariciarme también la verga que de tanto mirarlo como se tocaba se me paro sin control, fue tan obsceno, caliente, sucio y rico estar ahí los dos solitos sentados frente al computador, tan calientes, con nuestros palos totalmente tiesos y que el supiera que la causa de mi calentura no eran esas exuberantes mujeres que aparecían en la pantalla, sino verlo a él con esa cara de goloso y deseoso de sexo, con sus manos totalmente concentradas en sus huevos y su verga, el se percataba que con sus palabras con su tono de voz y con sus gestos me ponía cada vez más caliente y me seducía sin clemencia, el sabia que en esos momentos mi hoyo clamaba por adueñarse por completo de esa verga que el se tocaba con tanto orgullo y placer, pero me estaba haciendo desearlo aun más y más, realmente fue malo conmigo pero eso igual era excitante para mi. Los ojos casi se me salen cuando el no soporto más la excitación y comenzó a desabrocharse el pantalón, lentamente se bajo el cierre y saco al aire su verga, en esos momentos mi corazón empezó a latir más y más rápido, no se cual fue mi expresión en ese instante pero cualquier persona que me hubiera visto se habría dado cuenta que estaba ansioso por probar esa monumental verga que crecía sin parar tan cerca de mi y de la cual emanaban una serie de olores que invadieron el dormitorio, que impresionante y morboso fue ver por primera vez la verga de Alex, la mire con detención para no olvidarla jamás, la tenía gruesísima, su glande de colores inexactos brillaba como un caramelo del cual ya salían las primeras secreciones, él sin ningún pudor comenzó a hacerse una paja, gemía y decía cosas, se contorneaba frenéticamente sobre la silla, como hubiera querido yo en ese minuto ser esa silla que poseía las nalgas tan redonditas de Alex, como anhelaba yo ser ese slip que acompañaba su entrepierna durante todo el día, para quedar impregnado de sus olores y su sudor, para quedar manchado con las secreciones que se desprendían de su verga que a ratos estaba dormida y que a ratos se paraba deseando introducirse en algún agujero que la satisficiera, su paja se hizo cada vez más rápida y creí que acabaría ahí mismo pero no alcanzo porque justo oímos un ruido muy fuerte que provenía desde la calle, ambos nos paramos, yo me dirigí a la ventana a ver que sucedía, Alex se subió el pantalón y también se dirigió a la ventana, era un choque entre dos autos sin mayores consecuencias para sus ocupantes, pero si para nosotros porque cuando estábamos ahí mirando Alex quiso acomodarse para ver mejor lo que pasaba afuera y lo hizo justo poniéndose detrás de mi, de inmediato reaccione al tenerlo tan aproximado a mi, sintiendo su respiración y sus palabras cerca de mi oído, pronto pude percibir el contacto generoso de su paquete sobre mis nalgas, me restregó disimuladamente su verga con mucha suavidad, contorneándose delicadamente simulando estar concentrado en lo que sucedía en la calle, yo me sentía en las nubes, mi culo era presa de un magnifico palo carnal que debido a tanto sobar comenzaba a crecer nuevamente sin detenerse, cerré mis ojos y me deje llevar, pare mis nalgas para sentirlo aun más pegadito, que puto me sentí en ese momento, ya no tenia fuerzas para negarme y tratar de disimular mi calentura, la verga de Alex se encontraba durísima entre mis nalgas y eso era lo que a mi realmente me gustaba, estuvimos jugando ese quemante juego erótico hasta que yo, a pesar del regocijo que sentía quise escabullirme de su lado y escapar, pero Alex me detuvo diciéndome: 

“QUEDATE QUIETITO, YA SE QUE TE GUSTO….LO SE DESDE EL DIA EN QUE NOS CONOCIMOS, ¿CREES QUE NO ME DI CUENTA COMO ME MIRABAS, COMO SE TE SALIAN LOS OJOS MIRANDOME EL PAQUETE? YO NO SOY TONTO Y SABIA QUE CAERIAS EN MIS BRAZOS TARDE O TEMPRANO, ¿CREES QUE NO SE COMOTE PUSISTE DE TANTA CALENTURA QUE TE CAUSE AL MOSTRARTE MI VERGA HACE UN RATO CUANDO ME MASTURBE FRENTE A TI?, ¿SABES? ME LA SAQUE DEL PANTALON PARA QUE LA VIERAS Y COMPLACERTE ¿SE TE HIZO AGUITA LA BOCA, VERDAD?, DIME TE GUSTA SENTIRLA AHI, PEGADITA A TU CULOOOOO…., AHHH SI QUE TIENES UN RICO CULITO, YA ME HABÍA DADO CUENTA QUE ESTAS NALGUDO, TE HE MIRADO CUANDO CAMINAS DELANTE DE MI Y MUEVES EL CULITO, ¿LO MOVIAS PARA MOSTRARMELO, VERDAD? RESPONDEME, RESPONDEME ARIEL….. No tuve necesidad de responderle porque el me volteo con fuerza y me beso, mejor dicho me comió la boca en un beso y ¡¡que beso!!, nuestros labios no se besaban, más bien se golpeaban frenéticamente, la humedad de nuestras lenguas se transformo en algo lubrico, nuestras salivas de conjugaron en una sola, él con sus manos me afirmaba las mejillas para tenerme muy pegado a su boca, yo no perdí tiempo fui desesperadamente en busca de su verga, baje desde su pecho hasta llegar a ella, la acaricie, la sobe, por fin la hice mía, por fin pude tenerla entre mis manos y arrullarla con verdadero fervor, mis dedos la recorrieron diestramente y jugaron con sus marcadas venas, le tire el prepucio hacia atrás y toque su glande a punto de estallar, dejamos de besarnos y me agache hasta quedar a la altura de la cintura de Alex poder mirar bien su verga, el verla tan de cerca fue como estar en sueños la verga parecía tener vida propia y se presentaba ante mi de una manera arrogante como exigiéndome que la mamara, Alex al verme tan impresionado con su verga me dijo: “¿QUE ESTAS ESPERANDO?, VAMOS SALUDALA, DALE UN BESITO PARA QUE TE CONOZCA” yo no tarde ni un segundo en obedecer las instrucciones del dueño de aquel palo de carne celestial que se me acercaba más cada vez que Alex hacia su pelvis hacia adelante para aproximarlo a mi boca, entonces cerré mis ojos y la bese tiernamente, la humedad de mis labios se confundió con la humedad de la cabeza de la verga, la sentí muy caliente y justo cuando iba a darle otro besito, Alex me empujo la cabeza hacia él para que me la metiera toda de una sola vez, al tenerla toda mía, tan firme y palpitante dentro de mi boca comencé a chuparla, me divertí como un loco jugando con ella, absorbiendo todas sus secreciones mientras con mis manos fui recorriendo el culo de Alex, sus nalgas me fascinaron, eran firmes y velludas tal como las había soñado, Alex solo gemía y me acariciaba el pelo, fue una de las mamadas más largas de mi vida pero para mi fui como un soplo, hubiera podido estar toda la vida llenando de saliva la verga de ese marino que me regalaba tanto placer sin limite, Alex no pudo aguantar más el contacto incendioso de mis manos sobre sus glúteos y de mi boca acorralando con tanta adoración su sexo y me detuvo para proceder a desnudarme, con rapidez fue quitando cada prenda que cubría mi duro cuerpo, fue arrancándome primero la polera y jugo un rato con mis menudas tetillas, las mordió tan rico como solo el lo ha hecho hasta el momento, me las mojo con su saliva y cuando dejaba de jugar con una para hacerlo con la otra me miraba para constatar que realmente me estaba haciendo gozar, después me fue desabrochando el pantalón y a medida que me lo iba bajando sus caricias se hacían más y más intensas, me dejo solo en slip y me miro con dulzura un instante, luego me lo quito de un solo golpe con tanta fuerza que lo rompió, cuando vio mi verga me la sobo y luego se la metió en la boca sin perder tiempo, fue extraordinario sentir como me la mamaba con tanto cuidado y frenesí, fue realmente tierno como su lengua transito desde mi glande hasta mis huevos con tanta pasión, sus extensas manos la recorrieron cada rincón de mi ser, mis nalgas fueron suyas, me las apretó y me las sobo hasta que quiso, después dejo de mamarme la verga para mamarme el culo, mis fuerzas casi me abandonan cuando sentí su finita barba raspándome las nalgas y la maestría de su larga lengua invadiéndome el culo, mi hoyito le perteneció por entero, hizo con él lo que se le vino a la mente, luego de besarlo hasta que se canso me lo baño con su saliva y fue introduciendo poco a poco sus dedos en mi incandescente ano, de pronto se detuvo me pregunto: 

“¿ESTAS SEGURO QUE QUIERES QUE TE PENETRE?” Yo lo mire a los ojos y le respondí: “PERO TE QUEDA ALGUNA DUDA, ES LO QUE MÁS DESEO, MI HOYO ES TUYO, MI CUERPO ES TUYO, HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO, NO TE DETENGAS” volvimos a besarnos pero ahora mucho más suciamente pasando nuestras lenguas por nuestras caras, realmente queríamos comernos, Alex se desnudo por completo me llevo hasta su cama y me tendió sobre ella luego tomo mipiernas y las coloco sobre sus hombros, en esa posición podíamos mirarnos a los ojos y saber que sentíamos, su verga apuntaba fijamente hacia mi hoyito que se la atraía como un poderoso imán, así fue como se acerco cada vez más hasta que su verga toco la puerta mi ano, me la fue metiendo sin esperar a que me dejara de doler es que ya no podíamos aguantar las ganas de culiar, ambos sabíamos que queríamos hacerlo aunque me causara dolor, además yo le había dicho que hiciera lo que quisiera conmigo y el se tomo muy enserio mis palabras, su verga de deposito toda en mi interior, Alex fue mío y yo de el, estábamos ahí culiando como dos animales irracionales sin pensar en nada más nuestros cuerpos que necesitaban calmar la pasión y la calentura que los consumía y que nos perdía sin dejar que nos separáramos, los movimientos rítmicos de Alex sincronizaban con los míos mientras yo me pajeaba estuvimos culiando delirantemente hasta que no soportamos más y Alex iniciamos unos frenéticos embestidas hasta que dando un hondo suspiro deposito en mi interminables chorros de su magnifico licor de vida, al mismo tiempo en que yo estaba a punto de ayacular también, entonces Alex que ya se había vaciado tomo mi verga y me masturbo presionándome la verga hasta que me hizo acabar como pocas veces en su mano y pecho, ahí quedamos los dos tendidos uno sobre el otro tan agotados que no pudimos recuperarnos en seguida, a mi se me hizo muy tarde y le dije a Alex que debía irme a casa, el no me respondió nada y se alejo de mi, yo pensé que se estaba comportando así tan frío porque estaba cansado y fui a vestirme, claro que tuve que hacerlo sin slip porque Alex me los había roto, cuando me fui a despedir de él y quise bésalo el me empujo y me dijo: “NO CREAS QUE ESTO TIENE ALGUNA IMPORTANCIA, YO SOLO LO HICE PORQUE ESTABA CALIENTE Y TU ESTABAS A MANO, ADEMÁS TENGO 29 AÑOS Y NO QUERIA CUMPLIR LOS 30 SIN PROBAR COMO SERÍA CULIARME A UN MARACO COMO TU”.

Sus palabras calaron como cuchillas en mi, pensé que estaba bromeando pero no, lo que me decía era cierto, el muy puto me echo de su casa y me prohibió que le contara a alguien lo que había sucedido, yo en todo caso no le pedí ninguna explicación y me fui pero no sin antes decirle que para mí también lo sucedido había sido solo un momento de calentura y nada más.

Al salir de su casa me sentí tan mal que estuve a punto de llorar, no lo hice porque el no lo merecía, por la noche me puse recordar cada detalle de lo que había pasado en con Alex y al verme desnudo frente al espejo note que sobre mi piel todavía quedaban las huellas morbosas de sus manos, esto me calentó tanto que a pesar de la rabia que a ratos me invadía no aguante las ganas de hacerme una paja, mientras me masturbaba en plena oscuridad a mi mente vinieron esos momentos tan intensos en cuales el me envestía con fuerza, recordé como mi cuerpo había quedado envuelto entre sus extensos brazos, recordé como gemía Alex cuando me culiaba sin parar, quise meterme los dedos en el hoyo pero no pude porque aun me dolía y como no me iba a doler si Alejandro me había poseído con tanta firmeza, su verga había invadido mi ano sin ningún cuidado, lo recordé con tanta claridad que ahí, solo en mi pieza dije su nombre en silencio imaginando que él estaba junto a mí, comiéndose cada parte de mi cuerpo, dejándose llevar por sus instintos y sin dejar que sus falsos pudores lo detuvieran, imagine que sus labios me besaban con tanta pasión como me habían besado hacia algunas horas atrás, fue tanta mi calentura que hasta creí sentir su cálido semen inundándome el hoyito, una parte de mi lo rechazaba y me obligaba a no recordarlo, pero mi hoyito jugoso no sabia de orgullos ni de rencores y se contraía solo con la idea de volver a sentir la tibia y la firme verga de Alex, esto me hacia añorarlo y pensar que si no hubiera sido por actitud tan cruel hubiéramos podido estar juntos en ese momento tendidos sobre su cama revolcándonos desenfrenadamente, derrochando sobre aquel lecho todo el fuego que emanara de nuestros cuerpos salvajemente compenetrados.

Pasaron dos días durante los cuales no supe nada de él, hasta que una noche me llamo por teléfono, no quise contestarle y me dejo un mensaje en la grabadora en el que me decía que iría a buscarme al día siguiente a la universidad para que conversáramos.

Para que lesvoy a negar que en el fondo lo único que yo quería era volver a verlo. Por la mañana me arregle con especial entusiasmo, me puse mi mejor pinta y me fui a clases, estuve impaciente toda la mañana esperándolo hasta que cerca de la hora de salida, por la ventana vi su auto, cuando lo vi bajarse casi me derretí, se veía realmente hermoso con sus pantalones de tela y esa con camisa negra, parecía un dios de erotismo, la verga se me paro de solo verlo, mis compañeras de inmediato se fijaron en él y comenzaron a comentar lo guapo que estaba, el muy puto se hacia el educadito y le sonreía a todas, algunas hasta planeaban acercársele, yo sentí un poco de celos al saber que lo miraban tanto, pero en el fondo me sentía orgulloso de que ese hombre que mis compañeras admiraban tanto estuviera ahí por mí y no por ninguna de mujer, ellas nunca habrían imaginado que aquel machote estaba ahí para pedirme perdón a mí y eso me enorgullecía, al salir de clase me fije que él estaba conversando con unos profesores, todos lo conocían pues él había estudiado también en esa universidad, al verme se despido rápidamente de ellos y fue hasta mi lado, yo hice como si no lo hubiera visto y seguí caminando, el me pidió que por favor lo escuchara, que necesitaba hablar conmigo para explicarme las cosas ahora que las tenia más claras, yo simplemente no le hice caso y trate de correr para no oírlo, él me detuvo y me dijo: “PERDONAME, ESTOY MUY ARREPENTIDO DE HABERTE DICHO TODO LO QUE TE DIJE, ES QUE ESTABA MUY CONFUNDIDO, ¿SABES? ERA LA PRIMERA VEZ QUE TENIA SEXO CON ALGUIEN DE MI MISMO SEXO. QUIERO QUE NOS VEAMOS EN MI CASA A LAS 5 DE LA TARDE PARA QUE CONVERSEMOS…., TE PROMETO QUE TODO SERA DIFERENTE”, yo solo le dije: “ESTA BIEN….. ESPERAME, AHI ESTARE A LAS 5 EN PUNTO” él me sonrió y se ofreció a llevarme a casa no acepte y le dije que tenia que ir a otro lugar y me despedí con mucha frialdad, finalmente lo deje plantado, no fui a su casa como le había dicho, lo hice como una forma de hacerle saber que no me importaba, que yo no estaba disponible para cuando el me necesitara, pero en el fondo me moría de ganas de volver al lugar donde habíamos follado con tanto ímpetu, querida hablar con él y saber sus razones para haberme tratado así, pero mi orgullo me lo impedía, esto debió haberlo enfurecido mucho porque no volvió a buscarme.

Los días siguieron pasando con normalidad y sin señales de Alex, hasta que una noche me llamo a casa, mi mamá contesto y me paso la llamada a mi pieza, cuando escuche su voz se oía muy mal, le pregunte que le pasaba y me contó que estaba enfermo y que no tenia nadie que lo ayudara porque su mamá se quedaría unos días más en Santiago, me pidió por favor que fuera a su casa, en un principio me negué pero la verdad me dio un poco de pena imaginármelo enfermo y accedí a ir solo para atenderlo. Le explique a mi mamá que iría ver a un amigo que estaba enfermo y que talvez me demoraría un poco, fui a su casa y cuando quise tocar el timbre me fije que la puerta estaba abierta, subí hasta su pieza pensando que me encontraría a Alex muy enfermo pero me equivoque, al entrar a su dormitorio me lo encontré sentado sobre su cama sin pantalones, vestido solo con una camisa sin abrochar, con su gorra de marino y con su mano metida dentro de su slip jugando con su verga, se veía bellísimo, parecía un ángel, la luz que proverbia desde la ventana lo iluminada y lo hacia verse demasiado apetecible, su paquete totalmente abultado me puso como loquita, el jugaba con su verga para hacerme caer nuevamente como un siervo ante aquel manjar que era su entrepierna, al verme sonrió y me pidió perdón, el sabia que al mostrarse así yo no podría negarme a caería nuevamente en sus brazos me llamo estirándome la mano, yo estuve a punto de caer, una sensación de calor se apodero de mí, mi ano comenzó a demandar ser penetrado, mis manos querían volar como gaviotas hasta su verga y tocarla como si fuera la última verga que quedaba en este mundo, las piernas me tiritaban; no sé de donde saque fuerzas para tratar de escapar, pero el esfuerzo fue en vano porque él no me lo permitió, me tomo con fuerza y cerro la puerta con llave, yo le dije que no quería saber nada de él y que me dejara en paz, no me hizo caso, se metió la llave dentro del slip y dijo: “SI QUIERES IRTE… TENDRAS QUE SACAR LAS LLAVES DE MI PAQUETE…..” 

Se paró con las piernas y brazos abiertos delante de la puerta, con su cuerpo a mi disposición, yo acepte el reto y mirando hacia otro lado metí mi manito dentro de su slip, la fui introduciendo con mucha lentitud, tratando de no tocar su verga pero no pude, esta se encontraba tan dura que pronto percibí el contacto lujurioso de mi mano con ese palpitante pedazo de maza viril, su verga ocupaba todo el espacio que daba la tela del slip y yo quería tocarla, mi naturaleza afloraba a pesar de mí y me traicionaba, mi orgullo desaparecía cada vez que mis manos sentían el roce de aquella verga y cada vez que a mis narices llegaba el aroma masculino del cuerpo de Alex, así a medida que hurgueteaba entre sus huevos buscando las llaves, los roces se hicieron cada vez más intensos, el tocar sus genitales nuevamente y sentir la proximidad de su cuerpo me hizo dar un profundo suspiro que me termino por delatarme, Alejandro no soporto más ese suplicio, me tomo la cara entre sus manos, trato de besarme a la fuerza pero yo no lo deje, me resistí a pesar de estar deseándolo más que nunca, entonces me dijo: “YA NO SIGAS RESISTIENDOTE, SÉ QUE ESTO ES LO QUE QUIERES Y YO TE QUIERO A TI, POR FAVOR TRATA DE OLVIDAR LO QUE TE DIJE…, YA TÉ EXLIQUE QUE FUE EN UN MOMENTO DE CONFUSIÓN, ME MUERO DE GANAS DE REPETIR LO DE ESA TARDE, NO SABES COMO ME HE ESTADO DE CALIENTE ESTOS DÍAS DESPUÉS DE HABERTE TENIDO, PERDOME CACHORRITO ” cuando el muy maraco me dijo cachorrito me olvide de todo y lo bese, no sé porque pero que me llamara así me volvió loco, lo bese de una forma puta realmente con ansiedad, fue un beso húmedo, delicioso e interminable, comenzamos a manosearnos mutuamente de una manera tan desesperada que siempre me hará recodar que no hay nada como las reconciliaciones, yo quise quitarme toda la ropa para quedar desnudito, pero él me detuvo, abrió la puerta y me dijo al oído que quería jugar algo nuevo conmigo, me propuso que jugáramos a que él me secuestraba y me violaba, yo acepte gustoso cumplir su fantasía y comenzamos a forcejear, claro todo como un juego, él me agarraba con fuerza tratando de sujetarme, yo le suplicaba por favor que no me hiciera daño: “NOOOO, NOOOO POR FAVOR SEÑOR, NO ME HAGA NADA SOY VIRGEN, POR FAVOR, SE LO SUPLICO”, el jueguito se fue haciendo cada vez más erótico, él me quitaba la ropa con violencia y me besaba la espalda pasando su lengua, en una oportunidad pude escaparme de él y salí corriendo casi desnudo por toda la casa, él me perseguía como un lobo detrás de su caperucita, corría hacia mi con la verga totalmente tiesa, cuando iba bajando las escaleras me alcanzo y a la fuerza me llevo hasta la cocina; abrió el refrigerador y saco un tarro de leche condensada, mientras me quitaba las ultimas vestiduras que cubrían mi apasionado cuerpo me fue esparciendo la leche con impaciencia y me decía cosas muy cachondas como: “VOY A COMERTE TODO EL CULITO, SERAS MI CACHORRITO NALGUDO”, se agarraba fuertemente la verga y me la mostraba diciendo: “ESTO ES LO QUE VAS A TENER ENTRE LAS PIERNAS PUTITA DELICIOSA, TE LA VOY A ENCAJAR EN TODO EL HOYO” yo solo me resistía ante su poder y me excitaba al verlo a él tan caliente como la primera vez que vi su verga, no saben cuan deseado me sentí, cuan sensual se veía Alex con su gorra de marino y con su slip de color café tan abultado y manchado en la parte de su glande que a veces se escapaba de la tela dejando que mis ojitos pudieran apreciar su brillo y humedad, después de dejarme todo el culo, las piernas, y la verga embadurnadas con la leche condensada, me ordeno que hiciera lo mismo con él, entonces fui tomado pocos de crema y las fui colocando por todo su cuerpo peludo, primero por su pecho y tetillas, luego baje a su abdomen y ahí me entretuve un ratito masajeándolo como un experto su piel cubierta de vellos, mis manos parecían tocar el paraíso, mis dedos se enredaban en los abundantes vellos de Alex, después fui bajando hasta su paquete y sin quitarle el slip llene de crema su verga y sus huevos, la suavidad que nos proporcionaba la crema era exquisita por lo que Alex cerraba los ojos y suspiraba locamente, luego me detuvo y fue cerrando todas las cortinas de la casa para convertirla en un verdadero templo ardiente en el que nada más estábamos él y yo sumidos en una quemante y perversa calentura, cuando termino de cerrar la cortinas me levanto y me tendió sobre la mesa de la cocina, empezó a lamerme retirando de mi todo rastro de leche, me abrió las piernas violentamente, me lamió las nalgas y luego el ano; en mi vida he experimentado goce pero jamás como me lo hizo sentir Alex, él era un maestro en el arte del sexo, sabia como manejar los tiempos y alargar el goce hasta más no poder, de tanto pasar su lengua por las vías de mi culo me dejo limpiecito sin huellas de leche, fui un instrumento sexual bajo su poder y él era todo aquello que yo había soñado en la vida, luego me dijo que me preparara porque me iba a meter la verga, yo continuando con el juego le suplique que no lo hiciera, que no me creía capaz de soportar algo tan grande en el hoyo y me ofrecí a darle una mamada a cambio, acepto enseguida y quitándose el slip, me mostró su sexo: “¿LA VES?, MIRALA BIEN….., DEBES CHUPARLA CON GANAS, DEBES HACERME SENTIR EN ECTASIS, CHUPALA COMO SI FUERA UN HELADO, VAMOS ES TODA TUYA CACHORRITO MAMADOR” antes de proceder a mamar nuevamente me escape de él y esta vez fui más lejos, llegue al cuarto del lavado, me metí ahí y cerré la puerta por dentro, Alex se desespero y me exigió que abriera amenazándome de castigarme si no lo hacia, no me quedo más remedio que acatar sus ordenes y le abrí, entonces entro muy brusco y me beso como forma de castigo, después saco de una caja su ropa sucia y la tiro al suelo, me ordeno que la oliera y me la restregara por el culo, el aroma de sus camisetas, de sus pantalones, calcetas y slip me encabrono, me revolqué en su ropa como un cerdo en el lodo, me pase sus prendas por el culo, por la verga, por las axilas, el solo me miraba, se mordía el labio inferior y se pajeaba lentamente; “SIGUEEEE, SIGUEEE, REALMENTE ESTOY CALIENTE….., ERES MALO, ME HACES ENLOQUECER” me decía mientras yo me contorneaba simulando tener miedo ante aquel hombre que estaba a punto de violarme, no aguante más las ganas, bese su abdomen y sus vellos quedaron con pequeñas gotitas de mi saliva, luego me lance al encuentro de su verga, me la metí en la boca lo más que pude, me la metí casi toda, tenia ganas de extraer de ella hasta el más mínimo liquido viril que desprendiera, la succione como una aspiradora, Alex tomo mi cabeza entre sus, manos y comenzó a follarme la boca, mi nariz chocaba con sus vellos pubicos, mis manos no hacían sino mimar sus huevos peludos y sus nalgotas también peludas, estábamos ahí en un cuarto de lavado un muchacho de 17 años encerrando en su boca la verga imponente y erguida de un marino de 29 y ambos parecían seres sin control. Le chupe la verga y los huevos con tanta energía que Alex tuvo que detenerme para no acabar en mi boca, me tomo en brazos y me llevo nuevamente a su dormitorio, en el trayecto hasta allá seguíamos con el juego, yo le pedía piedad y me sometía a sus más bajos deseos.

Entramos a su pieza y me ordeno que me pusiera en cuatro patas sobre la cama mirando hacia la cabecera, luego se subió él e inicio una metida de dedos en mi hoyo que casi me hizo desfallecer, sus dedos en mi hoyo se agitaban como queriendo hundirse cada vez más, yo me afirmaba del respaldo de su cama y gemía como una niña, de pronto sin avisar ni darme oportunidad de abrirme más, Alex me introdujo toda la verga de un solo golpe provocando que hasta la cama crujiera, yo di un grito pero el me tapo la boca, el sudor pegaba aun más mi piel con la de él, el sol que ya estaba por esconderse entraba por un rinconcito de la ventana y era testigo de nuestro carnaval de sexo, en la pieza la TV prendida daba una noticia y nosotros continuábamos culiando y culiando, no teníamos otro afán que no fuera gozar y gozar, nuestras fuerzas se concentraban solo en tratar de proporcionarnos mutuamente el mejor sexo de nuestras vidas, yo me sentía tan feliz con ese palo incrustado en el hoyo que no podía hacer más que gemir y gemir, Alex seguía con el juego me decía: “¿VES COMO SI TE GUSTA?, ME GUSTA FOLLARTE ASI, TOMA, TOMA MI VERGA SIENTELA TUYA, DIME DE QUIEN ES ESTE CULITO? ME PERTENECES, ERES MIO Y SOLO MIO, ME OISTE”, a lo que yo le respondía “SIIIII, SIIII PAPITO” estuvimos culiando violentamente hasta que Alex dejo de jugar y me empezó a tratar con ternura, sus envestidas se hicieron mas suaves cada vez, pero igualmente profundas, comenzó a acariciarme con cariño, ya no había brusquedad en sus manos ni en sus besos, ya no me culiaba, ahora me hacia el amor con cuidado y dedicación, sus movimientos fueron acelerando y cuando estuvo apunto de eyacular se retiro de mi para vaciar sobre mi espalda prolongados chorros de jarabe viril que se derramaron sobre mi piel sudada, luego cayo rendido sobre la cama y tomo mi verga para metersela en la boca, si la primera vez me la había mamado con maestría ahora lo hacia como un experto, como agradeciéndome por haberlo perdonado, me la comió como un niño hambriento, mientras desde mi espalda se desplazaban hasta mis nalgas sus chorros de semen recién eyaculados, no tarde demasiado en vaciar cremosos trallazos de semen que él recibió en sus manos, luego de eso un profundo silencio invadió el lugar y quedamos rendidos uno encima del otro plenamente satisfechos sobre sus revolcadas sabanas, descansamos un momento y luego acercando mis labios a los de él le pregunte: ¿ESTAS ARREPENTIDO COMO LA PRIMERA VEZ?, Él me miro a los ojos y simplemente me beso demostrándome que ahora no se sentía culpable ni avergonzado, que se sentía plenamente feliz.

A los pocos días llego su mamá pero esto no fue obstáculo para que pudiéramos dar rienda suelta a nuestra pasión, nos coqueteábamos y aprovechábamos cada oportunidad para gozar, un día me propuso que lo ayudara a pintar el garaje, hacia mucho calor por lo que primero me presto unas bermudas para que me sintiera mas desahogado, le gustaba que me pusiera su ropa, me decía que eso lo excitaba, cuando me vio salir del baño vestido con su ropa se volvió loco me agarro y CONTINUARA………

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Autor: ARIEL

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