viernes, 23 de marzo de 2012

Mi Amigo Heterosexual


Nos conocimos hace unos cuatro años, ambos somos abogados y en ese entonces compartíamos un despacho jurídico. Pero antes de todo me gustaría hablar un poco de él. Su nombre es Fernando, actualmente cuenta con 28 años y es casado, físicamente es alto, moreno, de cabello y ojos negros, extremadamente varonil y a la vez muy tierno, en veces usa bigote o barba de candado. Yo ya me he descrito, pero lo haré una vez más. Soy blanco, ojos verdes, cabello café, atractivo sin ser un adonis, típicamente sonorense.

En un principio, solo me simpatizaba, nunca hubo indicios de que él pudiera sostener una relación sexual con otro hombre, los primeros dos años solo fuimos compañeros de parranda, alguna vez le confesé que yo era bisexual, pero nunca mostró rechazo, así como tampoco interés. Poco a poco nos fuimos haciendo más íntimos, él me contaba todo lo que pasaba con su familia y yo siempre le escuchaba, hasta que por motivos de los que no tiene caso hablar terminó divorciado de su mujer, por otro lado yo ya lo empezaba a ver con deseo. Con el divorcio nos volvimos más cercanos y cuando nos íbamos de parranda en veces me quedaba a dormir en su casa con la esperanza de que sucediera algo entre los dos, pero nunca se dio ningún acercamiento, mientras que yo aprovechaba esas ocasiones para buscar sus calzones con olor a macho y pelos púbicos que me volvían loco, me encantaba olerlos mientras me masturbaba, imaginando que tenía toda su verga en mi culo o en mi boca.

Cada ocasión que salíamos de fiesta yo buscaba la oportunidad de que me pegara una buena culeada y que me quemara un buen cartuchazo de semen en el culo, en veces ambos borrachos nos abrazábamos y él me decía que como le gustaría que de alguna manera yo fuera mujer porque era el único que le comprendía y que sentía que ambos éramos almas gemelas, pero no pasaba nada. Hace como dos meses hubo una fiesta importante que acabó a las cuatro de la mañana y como andábamos algo alegres me quedé a dormir en su casa, aprovechaba para oler sus calzones y chuparlos así como para meterme los vellos púbicos en mi verga, que no es circuncidada, y masturbarme hasta estallar en chorros de leche. 

Esa noche pasó algo distinto él se durmió primero, ambos estábamos en la misma cama y cuando escuché que comenzaba a roncar y yo un poco alegre por la cerveza ingerida previamente, comencé a tocar su bulto, estaba súper nervioso, su pito empezaba a responder, posteriormente me animé y metí mi mano adentro de sus calzones, era la primera vez en casi cuatro años que realmente tocaba el objeto del deseo reprimido que tenía, sus huevos eran grandes peludos, su verga dormida o semi dormida se antojaba de buen tamaño, sus pelos o pendejos como dirían los amigos argentinos eran gruesos y abundantes, estaba volviéndome loco, su verga se comenzaba a hinchar, supe que era un buen pito, la acariciaba, jugaba con sus bolas y con la cabecita, le tocaba sus pelos, era delicioso, sin embargo, Fernando empezó a girar al lado opuesto y tuve que sacar mi mano y ya no pude hacer nada, olí mi mano, olía a verga, a macho, me chupé los dedos, me masturbé y me quedé dormido.

Pasaron algunas semanas, un día me habló llorando por que su mujer no lo dejaba ver a su único hijo Fernandito de 10 años, andaba un poco borracho, inmediatamente acudí a su casa a visitarle, llegué y me abrazó llorando me dijo que me extrañaba, que me quedara a dormir con él, me contó todo el problema con su mujer, tomó unas cervezas y me dijo que fuéramos a ver la tele a su recamara.

Llegamos a su cama, destapamos las cervezas y puso su cabeza en mi hombro, lo abracé y seguíamos platicando, ya cuando se tranquilizó, me miró a los ojos, y me preguntó: ¿ahora no vas a tocarme la verga?, continuó diciéndome: tengo meses que no culeo, tu sabes que yo no soy puto pero me gustaría que me pegaras una buena mamada. Casi me muero, yo nunca pensé que él se hubiera dado cuenta que estuve jugando con su pito la vez pasada. Me miro a los ojos acercó su boca a la mía y dejó desbordar la calentura de todo ese tiempo sin sexo, me metía la lengua hasta el fondo de mi garganta, raspándome con su barba, era delicioso, mientras yo tenía mi mano metida en su paquete, él me sobaba las nalgas y rozaba mi culo, me decía que si quería ser su mujer, me miraba a los ojos con una lujuria extrema y me volvía a meter su lengua en mi boca, jugando con mis pezones mientras yo le tentaba su verga, que estaba en toda su plenitud, grande, gruesa, con demasiada lubricación. Me dijo mámala sácame la leche y prepárate porque te voy a hacer el amor toda la noche, vas a ser mi mujer y yo tu macho, te voy a dejar el culo muy abierto y lleno de leche.

Comencé a mamar su pito, era delicioso, lo había deseado por años y por fin lo chupaba, él me metía dedos por el culo, me decía palabras que no le conocía, agarraba mi cara me subía y volvía a besarme, yo le chupaba todo, las axilas llenas de pelos que siempre me ponían caliente, lengueteaba sus huevos, la cabeza de su verga, y cuando quise besar su culo me detuvo, pero le convencí y después no quería que separara mi lengua de ese peludito y rico culito, me hacía sentir como mujer (aunque nunca he deseado serlo) era rudo, brusco, mal hablado, pero tierno a la vez.

Me insistía que me preparara porque me iba a dar una culeada que nunca se me iba a olvidar, me decía que él cuando estaba con una hembra, podía coger casi toda la noche, y que yo iba a ser su hembra, porque él no era puto para hacerlo con un hombre, de repente me separó de su rica verga, se acostó en el centro de la cama, lo vi con los brazos cruzados en la cabeza, esa barba de candado era deliciosa, sus axilas, el bosque alrededor de su pito, me dijo: mamacita matate tu solita siéntate en mi verga cómetela toda mi reina. 

Le di la espalda y comencé a ensartarme en ese delicioso y caliente vergón que me abría sin piedad mi apretado culito, hasta que llegué a la raíz, sentía esos deliciosos pendejos en al entrada de mi ano, él depositaba sus manos en mi cintura mientras que yo me la tragaba en círculos, comportándome con una vil ramera, olvidando los años de amistad, en ese momento era su hembra como él me había llamado y solo me importaba tenerlo dentro de mí. Acariciaba sus huevos, mientras gemía como una mujercita, él bramaba como buen macho mexicano, sacaba su instinto animal y me decía: perra, puta, cabrona, que bien culeas y tanto tiempo sin aprovechar, pero aquí va a estar tu macho para cumplirte cuando andes en celo.

Yo ya no aguantaba tenía la palma de mi mano empapada de tanta lubricación, de tanto precum, de repente él me tomó de la cintura y nos volteamos hacía un lado, yo le pedía que me llenara el culo de semen, que me embarazara (eso lo fascina oír a los hombre, se ponen mas calientes), le decía que me dejara su firma dentro de mi. Me dijo: no te preocupes mamacita de tanta leche que te voy a dar seguro vas a quedar preñada.

Yo apretaba con todas fuerzas mi culo en ese momento que tanto estaba disfrutando, lo que quería era darle placer a mi macho dejarlo contento, que ya no pensara en viejas, que se enamorara de mi ano. Era en ese momento un experto culeador, me la metía bien rico, me tomaba de las caderas y yo la tragaba hasta el fondo, sin separarnos, mientras yo jalaba sus huevos, gritaba, él tenía sus dedos en la entrada de mi culo, era delicioso me decía: que rico te la comes perra, puso sus brazos alrededor de mi, me puso en cuatro y entonces empecé a sentir lo que era ser culeado por un buen macho. 

Sacaba la verga hasta la cabecita y la volvía a meter toda de golpe diciendo obscenidades, acercando su lengua a la mía y besándome, raspándome con su rica barba, dándome la lengua hasta el fondo, la saliva escapaba de nuestras bocas, éramos como dos animales, de repente la metió completita hasta el fondo pegando un gruñido muy varonil, mientras decía: todos tuyos mi reina ahí te va todo mi semen, sentí su convulsión y el chorro de su leche entrando en mi, y ya no pude más, exploté, mientras mordía y exprimía la verga de Fernando.

Me volvió a besar y me jaló hacía él. Ambos arrodillados, dándole la espalda aún con su verga tiesa dentro de mi, nos acostamos de lado, me dio otro beso, y sin sacarme la verga del culo se quedó dormido.

Yo también caí exhausto, no supe de mi hasta las seis de la mañana, me despertó la verga de Fernando que se había puesto bien dura, extremadamente dura dentro de mi culo, él despertó y empezó a moverse abriéndome deliciosamente el culo, inesperadamente se fue girando hasta que mis piernas quedaron en sus hombros, acercó su boca a la mía, y entonces empezó de nuevo a meterla y sacarla mientras me besaba, yo puse dos de mis dedos entre la verga de mi macho y la entrada de mi culo, es deliciosa la sensación, con la otra tocaba sus nalgas, la entrada de su culo, sus huevos y los vellos, por supuesto uno por uno.

Esta posición es una de mis favoritas ya que puedes sentir cuando te van entrando la vergota de tu macho. Fernando me seguía besando, diciendo obscenidades (me fascina que un hombre pierda el pudor), yo le chupaba las axilas, su barba, su lengua mis manos recorrían todas su área genital, hasta que después de 15 minutos volvió a llenarme el culo con varios chorros de su rica y caliente esperma diciéndome: ahora si de seguro quedaste embarazada, me volvió a besar, esta vez sacó la verga de mi culo y se echó boca abajo en la cama, me puse unos calzones y quedé profundamente dormido.

Me levanté alrededor de las 10.00 de la mañana él se estaba bañando, me cambié, y preparé café. Cuando salió del baño actuó como si nada hubiera pasado, muy agradable como siempre, no comentó nada de lo sucedido y se ofreció a llevarme a mi casa, hablamos de los mismos asuntos de siempre y llegamos a mi casa.
Cuando me iba a bañar al descambiarme miré mis calzones blancos llenos de esperma y algún que otro pelo de su verga o huevos, eran abundantes los mecos que me había depositado en el ano. Por supuesto esos calzones los tengo guardados como mi trofeo de perseverancia.

Fernando y yo seguimos saliendo, no hemos comentado lo que pasó al semana pasado, las cosas siguen igual entre nosotros, solo espero la próxima oportunidad de volver a ser su hembra como él me llamaba.

Gracias por sus comentarios a mis relatos pasados, si tienen alguna opinión o sugerencia favor de contactarse a mi correo.

Autor: Alann alanntoledo ( arroba ) hotmail.com


1 comentario:

  1. Excelente relato. Sé muy bien lo que vale la persrverancia. Totalmente creible. He pasado situaciones similares. Es bueno tener paciencia y saber esperer. Los resultados est+a a la vista.

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