domingo, 5 de agosto de 2012

E-mail


En mis años de secundaría, sentí una cierta inclinación hacia mis compañeros varones, en los baños trataba siempre de colocarme a orinar de manera que les pudiese ver sus vergas como largaban el chorro dorado, pero no pasaba más que eso, mirar, luego en casa, al acostarme pensando en la de algún compañerito me pajeaba y largaba toda la leche en el slip, que al otro día lo lavaba muy de prisa, no fuese ser que mi madre se enterase, de las odiseas verga manos, que me mandaba antes de conciliar el sueño.

Esta situación se siguió dando durante mis estudios superiores, miradas diurnas y pajeadas nocturnas, durante esa época me puse de novio con la que hoy es mi señora, eso no mermó en nada que yo siguiese mirando y mirando.

Hoy a mis 55 años de edad, miro hacia atrás y veo cuanto de mi vida he perdido por temores, tipo de educación, prejuicios y tantas cosas que no nos permite dar rienda suelta a nuestros deseos sexuales.

Hace cuatro años y habiendo usado por mucho tiempo antes un PC en el estudio, soy abogado, compré uno para casa, con él desperté del letargo en que vivía, con él comencé a recorrer el mundo virtual que me rodea, con él comencé a conocer gente de mi país y de otros países, con el comencé a vivir.

Primero fue mi cuenta de correo electrónico, luego fue entrando en páginas web donde descubrí fotos de hombre desnudos que hicieron mandarme las pajas más sensacionales, pasé luego al chat, hay que levantarle un monumento a quien lo inventó, por intermedio de él conocí a un sinfín de hombres que pensaban como yo, por intermedio de él amé y fui amado virtualmente y hace poco le siguió las lecturas de "RELATOS" hasta que un día me decidí y mandé uno, a los pocos días de ser publicado me llegó un E-MAIL que decía:
Hola
Me encantó tu relato
Me la dejaste totalmente dura
Soy también de Montevideo
Tengo 35
Una verga de 22 cm.
Y me encantaría conocerte.
Escríbeme.

Le contesté como hago con todos los que me escriben, pero éste correo tenía algo especial, yo un veterano de 55 años y un "joven " 20 años menor que me decía esas cosas, nos mandamos varios e-mail contándonos nuestras cosas, en uno le contaba lo que haría de poder estar con él, cosa que le entusiasmó mucho, un día en que estaría solo en casa, le escribí diciéndole que lo esperaba, a la hora acordada sonó el timbre de puerta de mi casa, por fin conocería a D...

Parado en el umbral estaba el macho soñado hecho realidad, el bulto de su entrepierna no dejaba en duda el tamaño que su cimitarra tenía.

Le hice entrar y al cerrar la puerta quedé de espaldas a ella, él frente a mi, nos miramos a los ojos, los de él dejaban traslucir una ternura que nunca olvidaré.
-Cumpliré lo prometido – dije
-Hummmm – fue la repuesta de él

Diciéndole esto, tome sus manos con las mías, las llevé a mi boca y se las besé soñando en el placer que esas manos me darían al acariciarme, abrí sus palmas, las lamí y besé siguiendo en busca de sus dedos los cuales le fui besando y chupando uno a uno, cuando el ritual de besos que le prodigué a sus manos concluyó, D... las colocó sobre mis pechos, éstos que los tengo bastante desarrollados fueron sobados amorosamente por él, mis manos buscaron su cara, la traje hacía la mía y al buscar su boca encontré una lengua que rauda se introdujo en la mía, húmeda, tibia, chupé y chupé esa lengua que tanto placer me estaba dando, luego fue la mía la que se introdujo y a la que él le dio igual tratamiento, mientras sucedía esto, continuaba jugando con mis tetillas, pero además ahora su cuerpo me aplastaba contra la puerta, su voluminoso bulto de la entre pierna se refregaba al mío en frenético sube y baja, mi boca comenzó a besar y lamer seguidamente sus orejas, luego seguí por su cuello y comencé a desabrochar la camisa que traía puesta, a cada parte de su pecho que se iba descubriendo, lo llenaba de besos, pronto llegué a sus tetillas, sus penzoncitos, en estos momentos muy duros, supieron de mi lengua y de mis besos luego les di pequeños y tiernos mordiscos.

-Si papi muérdemelos, chúpamelos, ahhhhhhhhhhh.

Hice caso omiso a su petición y continué desnudando su cuerpo, fui bajando con besos y lamidas hasta llegar a su ombligo, introduje mi lengua y jugué con ella dentro de él, destrabé su cinto, bajé su cremallera, baje sus pantalones, de la abertura de su calzoncillo asomó liberado un miembro candente rematado por una tremenda cabezota aún más caliente, solo besé esa cabezota al pasar a recorrer sus piernas con mis besos y lengua mientras le iba bajando su ropa interior, una a una las recorrí besando y lamiendo, no quedó ningún poro de su piel al que no le conociese el sabor, lamí y besé sus pies para comenzar a subir nuevamente hasta el obelisco que coronado por abajo con dos tremendo huevos y naciendo de un mar de pelos se me estaba ofreciendo.

Lamí su cabezota, mi lengua se introdujo en su orificio intentando entrar en ese monumental falo

-Ahhhhhh meteme la lengua más adentro

Intenté hacerlo, pero el deseo de mi boca pudo más que su pedido, mientras mis manos jugaban con ese par de tremendo huevos, me tragué su cabezota, él comenzó a bombearme dentro de ella, le dejé trabajar unos momentos, luego fui en busca de sus testículos, uno a uno me los introduje en la boca, mi lengua los aplastaba contra mi paladar y los succionaba, volví a su verga la que lamí a lo largo para nuevamente metérmela en la boca, las arremetidas de D... se volvieron frenéticas, comenzó la cogida en la boca que ningún hombre antes me había dado, mi cabeza golpeaba contra la puerta cada vez que la tremenda verga de D... se me metía más adentro, me dejaba sin respiración, solamente podía hacerlo cuando la retiraba un poco, para volver a la carga y más adentro meterla, casi pierdo el conocimiento cuando la cabezota se le hinchó y comenzó a largar el más dulce manjar que un hombre le puede dar a otro, retiró toda su verga de mi boca dejándome solamente su glande a la puerta de ella mientras los chorros del tibio y acre semen me llenaban de placer al beberlos.

Lamí aquella soberbia verga hasta dejarla limpia, D... con sus manos me ayudó a irme parando, nuevamente su boca buscó la mía.

-Esto fue más de lo que me prometiste, ahora me toca a mí – me dijo.

Comenzamos a caminar juntos, deslizó su brazo sobre mi hombro lo fue bajando hasta que su mano cubrió parte de mis nalgas, su dedo índice recorrió la raja que las separa y se introdujo en mi culo, yo tomé su verga en mi mano, ya comenzaba nuevamente a palpitar y juntos nos fuimos al dormitorio para vivir nuestra primera cita de amor.

Para D... con tomo mi amor

"Veteranos" la vida comienza a los 50 años no la desperdicies.

Y como dice Rodrigo: "También a nuestra edad sentimos deseos, sentimientos, emociones, etc., pues ello no es patrimonio exclusivo de alguna generación o género; lo importante es agradar y sentirse agradado, hacer feliz a los demás siendo feliz consigo mismo y con su pareja habitual u ocasional"



No hay comentarios:

Publicar un comentario