domingo, 25 de agosto de 2013

Taxista Semental

Siempre tengo fantasías que se repiten en mi cabeza… a cuantos les pasa eso?.
La fantasía de tener sexo con alguien que te ofrece algún tipo de servicio. Con esto me refiero, por ejemplo a un mesero, al cajero del supermercado, al vendedor de la tienda de ropa, al 222 del banco, a un taxista….

En esta ocasión hablaré de éste último: el taxista.Frecuentemente utilizo los servicios de taxis para desplazarme. Y es así como he encontrado algunos ejemplares para tener historias placenteras durante los trayectos…
Siempre hablo con los taxistas, es como ir al psicólogo, como hablar con tu mejor amigo, puedes decirles todo, además de la ventaja de que probablemente no vuelvas a ver a esa persona en tu vida, y no divulgara nada de lo que le contaste.

Este sábado salí tarde del laburo y como no tenía muchas ganas de caminar decidí tomarme un taxi. Así conocí a Diego: 36 años, morocho, ojos oscuros, barba de algunos días, brazos cubiertos de abundante vello oscuro, espalda ancha, piernas fuertes y un muy buen marcado paquete en la entrepierna. Con una camisa azul de manga corta, entreabierta dejando a la vista su pecho bien velludo, y unos jeans bastante ajustados que resaltaba un bulto digno de un buen semental.

Me atrajo desde el primer momento, simpático y amable, una mirada dulce, voz muy varonil, variados temas de conversación y confianza para hablar de todo.
Hablando de una y otra cosa, llegamos a temas personales, el comenzó a hablarme de sus aventuras, y fue entonces cuando me hizo una pregunta: Y vos, tenés novia?
Después de unos segundos de silencio, y sin nada que perder, solo le conteste: No, no es precisamente lo que busco…
No le di más explicaciones, al parecer interpretó mi ambigua respuesta y ahora hizo la segunda pregunta: entonces, tenes novio?

Ese fue el detonador para iniciar una larga conversación cargada de sus numerosas experiencias sexuales con chicas, siempre reafirmando que él es "muy macho" y que nunca se le había ocurrido tener experiencias con hombres. Aunque mostraba mucha curiosidad acerca de cómo es el sexo entre hombres, cuales son mis posiciones favoritas, que es lo que me mas me gusta hacer, y que me gusta que me hagan. Yo me sentí tan cómodo con él que en ningún momento dudé en contarle sobre mi vida sexual con lujo de detalles hasta el punto de hacerle saber que me encantaría hacerle una rica sesión de sexo oral. Pues su bulto había aumentado de tamaño dejando a la vista su excitación. Él solamente sonrió y luego de unos segundos me propuso desviarnos del camino.

Yo accedí y fue así que terminamos en el faro. Allí continuamos con nuestra charla sin interrupciones. Además de que no perdía oportunidad de lanzarle miradas cargadas de lujuria hacia su abultada bragueta.
Después de tanta charla, yo estaba demasiado caliente, escuchando detalladamente lo que ese pedazo de macho le hace a sus amiguitas.Puse mi mano sobre su hombro derecho, y la fui bajando, lento, acariciando, casi saboreando cada centímetro que le tocaba sobre su camisa, bajando despacito por su pecho y su abdomen llegando hasta la frontera que marca el cinturón. Ahí me detuve, por un momento y seguí mi descenso hasta su entrepierna.

Estuve masajeándolo encima de sus jeans algunos minutos y el comenzó a desabotonar su camisa, desabrochar su cinturón y bajar su bragueta.
Debajo, un boxer blanco ajustado, humedecido por su excitación, era la última barrera para llevar a cabo mi cometido. Tenía una hermosa verga de buen tamaño (no me pregunten dimensiones) totalmente dura, curvada hacia la izquierda, con su punta totalmente mojada. Justo lo que esperaba!!! Lo miré unos instantes y empecé a masturbarlo lentamente y a pasar mi lengua por todas las áreas de piel que estaban descubiertas, desde su cuello, su pecho cubierto de pelo pasando por su ombligo hasta llegar a su enorme pija comenzando a lamerla desde la cabeza y lamiendo en toda su extensión y llenándola de saliva.Tenía un sabor agradable, y un olor delicioso. Llegué a sus testículos y comencé a pasar mi lengua sobre ellos, mientras apretaba sus pezones entre mis dedos…

Sus gemidos me indicaban que estaba haciéndolo bien, y metí su sexo caliente en mi boca. Poco a poco hasta llegar lo más profundo que permitió mi garganta. El parecía bastante satisfecho, gemía, empujaba mi cabeza hacia abajo y hacía movimientos de cadera. Mientras apretaba mis nalgas por encima de mis jeans, y dándome suaves nalgadas.
Tuvimos un ligero cambio de posición, para que quedara de frente a mí, lo que permitió que bajara sus pantalones a la mitad de sus muslos y así poder devorar su herramienta en toda su extensión, llegando incluso a meter mi lengua entre sus piernas llegando al inicio de sus nalgas. Así continuamos por un rato hasta que sentí como se le tensaban los músculos de las piernas y se aceleraba su respiración. A pesar de mis protestas sacó su herramienta de mi boca y pidió que me detuviera, pues no quería acabarse sin antes cojerme. Me dijo que lo había calentado tanto que ahora le habían venido ganas de enterrarme su vergaen mi culo. Yo accedí a su pedido, ¿Cómo negarme ante semejante semental?

Él se sacó por completo su jeans, bóxer y camisa quedando totalmente desnudo ante mi, era hermoso!!! Yo hice lo mismo. Me recosté boca abajo, e inmediatamente el se tumbó sobre mi. Ahí sentí su respiración agitada en mi cuello y comenzó a besarme suavemente. Sentí el calor de su pecho en mi espalda, los dos estábamos mojados del calor, nuestros cuerpos resbalaban el uno con el otro… su sexo erguido se encontraba entre mis nalgas… yo gozaba como loco con el movimiento de ese macho ardiente sobre mi…

Estuvimos así unos minutos hasta que decidió penetrarme con su pija caliente… y así fue que comencé a sentir como semejante pedazo se abría en mi… al principio sentí un fuerte dolor. Es que estaba muy excitado y trató de metérmela toda de una. Yo le pedí que lo hiciera más despacio a lo que aceptó y cariñosamente me dio unos besos para consolarme. Se detuvo un rato y comenzó su embestida lentamente. Fue ahí que comencé a gozar como loco. Él al darse cuenta de esto me enterró toda su verga hasta los huevos… mmmmmmmm… qué delicia!!!! Cuanto placer!!!!

El caso es que su verga entraba y salía de mi una y otra vez… con cada empuje se abría camino en mi culo arrancándome gemidos de placer a más no poder…
Mi macho estaba desesperado de la calentura. Necesitaba invadir mi cuerpo. Necesitaba saber lo que es cojerse otro macho y abrirle el culo en pedazos con su gran pija.
Estuvo así cojiéndome una y otra vez… Él debía exorcizarse y sacarse aquel lujurioso demonio que se había instalado en su bajovientre. Pues yo me había entregado plenamente a él y le había puesto fácil sumisión de exorcismo… entregándole mi culo a ese semental.

Estuve así recibiendo pija, inundado por ella, ensartado, gozando como loco de placer, él me agarraba de mis caderas y empujaba una y otra vez hacia el interior de mi cuerpo.
¿Te gusta? ¿Te está gustando? me preguntó jadeante.
Sí. Dame más. No pares, le respondí preso de la lujuria.
¿Queres más? ¿Más pija?, tomala, sentila …es toda tuya..
Ahhhh, gemía este macho caliente, sabiendo que aquello era cierto, que aquella era la primera vez que se la metía por el culo a otro hombre. La primera vez que probaba un culo. Y era suyo. Y se la estaba metiendo toda entera.

Pronto, su respiración se hizo más agitada y me preguntó: ¿Querés que me acabe?
Dale, nos acabamos los dos, le dije. Entonces me voy a acabar, me dijo.
Te voy a dar toda mi leche… Vas a tenerla toda… En tu boca mejor, comentó.
Rápidamente, sacó todo su sable de mi culo, y sentí como aquella anaconda me hacía vacío al salir toda fuera. Él me agarró la cabeza, obligándole a levantar la cara, y entonces, metió su verga en mi boca y casi al instante se vino con unos densos chorros de suave semen que la hinundaron por completo….mmmmmmm….qué delicia!!! Era como una especie de exquisito batido, el exquisito batido de los testículos de un semental como ese.

Mientras hacía tal degustación, me acabé sobre su vientre.
Terminado el festín, nos vestimos y me llevó hasta mi casa. Al despedirnos me dijo que la había pasado genial y que deseaba volver a hacerlo. Me dejó su cel. pidiéndome mucha discreción pues él se encuentra casado.

Es así que terminó esta hermosa historia. Espero llamarlo y volver a gozar junto a este hermoso semental.


1 comentario:

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