domingo, 23 de junio de 2013

Encuentro con mi hermano

"Cuando esto ocurrió, yo tenía 18 años, medía 1,80 m., de piel latina y pesaba 65 k., pero como estaba haciendo el servicio militar, era nalgón, tenía un culo parado, buenos abdominales y a esa edad ya estaba velludo. Mi hermano tenía 22 años, mas acuerpado que yo, con un culazo perfectamente grande y velludo y un pene igual que el mío; 18 cm. y bien grueso.

Ese día era sábado, yo llegue cansado del servicio militar, cene, me acosté con mis hormonas alborotadas y me coloque unas pantalonetas corticas, que hacían que se viese mi trasero bien apretado. Por aquel entonces compartía habitación con mi hermano y las dos camas quedaban de frente. Yo me encontraba durmiendo plácidamente y en mi mente indagando algún que otro encuentro con hombres, añoraba poder tener un pene en mis manos, boca o preferiblemente en mi trasero. En ocasiones me metía los dedos para poder calmar mis ganas, pero por miedo no accedía a buscar esa clase de encuentros, porque tenía novia y sencillamente pensaba que era una idea descabellada en una familia tan conservadora.

Eran como las dos de la madrugada y como de costumbre, llegó mi hermano entonado por los tragos de la noche de rumba, pero esta vez, no entró solo. El novio de mi mejor amiga vino a quedarse en su misma cama porque en su casa no le habían abierto. Yo sencillamente me hice el dormido, pero realmente estaba mirando hacia la cama de ellos. Encendieron la luz, yo con los ojos entreabiertos miré hacia su cama donde nuestro amigo se sentó en ella y se quedó lelo mirando mi trasero. Mientras, mi hermano se estaba quitando la ropa, apago la luz y se acostó al lado de él en bóxer. En ese momento yo abrí bien los ojos ya que la luz que entraba por ventana iluminaba justamente la cama. Se veían en perfecto estado sus cuerpos, mi hermano se acostó boca arriba como esperando algo y nuestro amigo se acostó de lado hacía el cuerpo de mi hermano. Cuando lo vi, no lo podía creer, la mano de nuestro amigo estaba encima del bóxer de mi hermano sobándole la verga, quien solo se dejaba agarrar el montón. Mi hermano deslizó su mano en el bóxer de nuestro amigo, que era un chico moreno, bajito y acuerpándote. Le agarró la cabeza y le obligó a que se lo chupara. Mientras, mi hermano le metió sus dedos en ese trasero moreno y nalgón de nuestro amigo hasta que se levantó y poseyéndolo se le puso encima clavándole su pene.
Yo estaba totalmente excitado y no paraba de sobar mi verga, hasta que nuestro amigo dijo “pacito que me duele”, mi hermano haciendo caso omiso se lo metió de una y solo escuche un gemido de dolor y placer. Siguió moviéndose el culazo de mi hermano de arriba abajo metiéndoselo al novio de mi amiga, cada vez más rápido, hasta que un gemido más profundo y se corrió con un suspiro profundo. En ese mismo momento yo mojé mis pantalonetas y mi pulso se puso a mil, me corrí añorando que me diera como a ese chico.

Al día siguiente, domingo, ya nuestro amigo se había ido y mi hermano estaba solo en la cama. Me levanté y lo vi con ese pene a reventar. Majestuoso paquete que por primera vez me excitaba, pero ese día yo no dije nada y él se levantó para hacer sus cosas.

En mi mente permanecieron las imágenes y sonidos de la noche anterior. Yo me fui acostar a eso de las 10 pm mientras él veía la televisión en la sala de la casa. Yo excitado empecé a tocar mi paquete apretado con mi verga a mil y a pasar uno que otro dedo en mi hoyito apretado. Por el calor agobiante de mi ciudad baje al piso de abajo a por agua, pero lo hice despacio y sigilosamente. Me encontré a mi hermano en la silla frente al televisor viendo porno con el pene en su mano, lo empecé a mirar a escondidas mientras él se masturbaba. Él sintió algo a sus espaldas y notó que yo estaba ahí, por lo que decidí irme para la habitación. Apagó la televisión, se fue a la habitación, se bajó los pantalonetas y… vi todo ese montón en mi cara. No lo podía creer, tenía su verga parada, lubricada y peluda frente a mi cara. La luz de la luna entraba por la ventana abierta, lo que me permitía poder contemplar y disfrutar de la verga de mi hermano. Se acostó a mi lado y yo le mandé la mano a su montón. No esperé en bajar y mamársela hasta la garganta, mientras él me masturbaba. Le abrí las piernas y empecé a chuparle el hoyo de su culazo grande y peludo con esas piernas gruesas de futbolista, hasta que no aguanté más y me senté encima de ella. Iba despacio, metiéndomela y gimiendo en silencio hasta que no aguanté más y me la metí toda. Él después se puso encima y me dio clavo como cualquier macho a su mujer. Yo sentía que me explotaba el culo y todos mis deseos se estaban cumpliendo. Por si fuera poco, me agarró en cuatro patas de tal forma que lo sentía más. Mi hermano en mi espalda y yo casi de rodillas en el suelo mientras él me daba clavo como un loco, hasta que sentí que se iba a venir  y un chorro espeso de semen me invadió todo mi culo mientras mi pene se venía. Quedé con todo su semen dentro de mí y el suelo regado con toda mi lefa. Mi hermano salió para el baño y se limpió. Ninguno dijo nada.

Fue un episodio que nunca se me olvidará, y hoy, después de 10 años, solo nos queremos como hermanos, nunca hemos vuelto hablar del tema y nunca se volvió a repetir. Esta fue mi primera experiencia sexual gay. Desde entonces soy gay y mi hermano se ha casado y tiene una familia.

Pronto les contaré mis otros encuentros, porque después también follé con el amigo de mi mejor amiga, pero eso es otra historia.

Esteban"


1 comentario:

  1. Por que no siguió teniendo encuentros con tu hermano o sólo fue algo de momento que pasó con tu novia aún siguen siendo amigos como rompiste con ella una historia que deja en que pensar

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