martes, 5 de junio de 2012
La Primera Vez
Soy Fernando tengo 22 y empecé a darme cuenta de que los hombres maduros y velludos me llamaban la atención y empecé a buscar fotos y videos en Internet, a chatear con tíos de esas características, fantaseaba mucho con ellos pero no me decidía a quedar con nadie.
Después de bastante tiempo chateando con Alberto un hombre de 51 años, nos habíamos enviado fotos y era alto fuerte y muy velludo, me invito a ir a su casa.
Me presente en su casa, abrió la puerta y me invito a pasar, estaba muy nervioso y casi no podía articular palabra, me dijo que si quería tomar algo y como me vio nervioso intento tranquilizarme, se sentó a mi lado y me dijo poniendo su mano sobre mi pierna
“Tranquilo no va a pasar nada que tu no quieras”
mientras comenzó a quitarse la camisa, para mostrarme su pecho peludo.
“te gusta” me dijo
“mucho”
me agarro y me llevo a la habitación, de pie me planto un beso en toda la boca y empezó a desnudarme me tiro encima de la cama. Empezó a acariciar mi cuerpo besándolo lentamente, yo empecé a acariciar ese torso peludo, el agarro mi mano y la llevo a su paquete,
“quítame el pantalón y sácame la polla” me dijo
me terminé de desnudar y me puse a quitarle los pantalones, sobe su rabo sobre el calzoncillo y finalmente se lo quite. Ahora tenia a aquel macho totalmente desnudo sobre la cama, con su pedazo polla rozando mi cara, sin pensarlo mas decidí llevármela a la boca, era la primera vez que me metía una polla en la boca y sensación fue mucho mas placentera que lo que me había imaginado,
“para, vas hacer que me corra ya, ahora me toca a mi”
me agarro y me puso sobre la cama empezó a besarme, a comerme el cuello, y lentamente bajar hasta meterse mi polla en la boca, puf estaba a punto de correrme no podía mas
“me voy a correr Alberto no puedo mas”
“no espérate, aun quiero follarte y que te corras mientras follamos”
saco condones y lubricante de la mesilla
“quieres que te folle” me dijo
“si pero con cuidado”
empezó a lubricarme y meterme un dedo en el culo, después dos y después tres, así estuvo un buen rato. Cogió el condón y se lo empezó a poner, en esos momentos deseaba tener esa polla dentro pero tenia una sensación de miedo.
Se lubrico la polla y un poco mas mi culito, me levanto las piernas y se coloco encima apollando sus piernas sobre sus hombros. Apollo su polla en mi agujero empezo a clavarme su polla. La sensación era que me partía en dos, mucho dolor y no pude evitarlo comencé a gritar
“aaaa joder”
“duele mucho”
“bufff sácala”
“aguanta un poco, relájate” me dijo Alberto , tenia media polla dentro y paro un poco
“la tienes muy grande”
me saco la polla y me dijo que me tumbara boca abajo en la cama, me dio mas lubricante y se puso sobre mi, empezó a deslizar su polla dentro.
“ahora mejor”
“me duele todavía”
“relájate veras como entra mejor”
intente relajarme y abrirme lo máximo posible aunque el dolor era intenso
“ya esta dentro, ¿cómo estas?” dijo Alberto
“un poco mejor”
espero un poco antes de moverse, cuando casi el dolor había desaparecido empezó a follarme muy lentamente, mientras me comía el cuello y me decía
“joder que culo mas prieto tienes cabron”
eso me excito aun mas
“levántate conmigo y ponte a cuatro patas”
nos fuimos levantando sin sacarme la polla y me puso a cuatro patas y el de rodillas sujetándome por la cintura empezó a culearme mas rápido
“te gusta” me dijo
“si mucho”
“no voy a tardar en correrme, ponte como antes quiero verte la cara mientras me corro”
me tumbe piernas arriba apoyando sobre sus hombros y de una embestida me la metió hasta dentro
“joder bruto” le dije
“hostia, creo que…” paro de follarme y se inclino para mirarse la polla
“se ha roto el condón, ¿quieres que pare?”
“no se, ¿tu que quieres hacer?”
“voy a seguir hasta correrme”
empezó a follarme, yo no aguantaba mas y empecé a correrme salpicándome hasta la cara, el no aguanto mas y descargo toda su corrida en mi interior.
“cabron, que placer, lo siento pero ya no podía parar” me dijo
“yo tampoco, estaba a punto ya de correrme”
Caímos rendidos sobre la cama, después hablamos durante un tiempo al rato volvimos a empezar otra vez.
Un saludo
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