viernes, 30 de diciembre de 2011

& IDENTIDAD BISEXUAL

¿Existe una identidad bisexual? 

En nuestros días, la mayoría de sexólogos aceptan la bisexualidad como una orientación sexual tan igual como la heterosexualidad y la homosexualidad, a pesar de la existencia de varias investigaciones que parecerían demostrar que la bisexualidad es sólo una práctica. 


Si seguimos a los teóricos, los bisexuales no son personas homosexuales que tienen alguna actividad heterosexual; tampoco son personas heterosexuales que tienen alguna actividad homosexual, aunque, a decir verdad, la mayor parte de los que se dice sobre la bisexualidad se basa en generalizaciones y aproximaciones si verdadera base científica. 


Lo cierto es que se desconoce el origen de la bisexualidad, al igual que el de cualquier otra orientación sexual, aunque muchas veces se atribuye a la relación con el padre o con la madre. Otros investigadores creen que la respuesta está en el efecto de ciertas personas en el cerebro del niño cuando aún esta en el vientre materno. Otros creen que no hay necesidad de buscar las raíces de la bisexualidad, puesto que niegan su existencia: creen que los bisexuales son homosexuales que niegan su orientación. Otros investigadores por su parte, creen que todos nacemos con una capacidad para relacionarnos con ambos sexos, pero que dicha capacidad pasa a socializarse en heterosexualidad o en homosexualidad, quedando sólo una minoría en la bisexualidad. 

El Dr. Fred Klein, en su libro "La opción bisexual" clasifica la bisexualidad en tres categorías: transitoria, histórica y secuencial. 

Transitoria- que se da cuando una persona esta pasando de la heterosexualidad a la homosexualidad. Hacer el tránsito en sentido inverso es menos común. Según el Dr. Klein, el paso hacia cualquiera de esas direcciones puede ocurrir en un periodo corto de tiempo, pero puede tardar más de un año en completarse. Si se evalúa a una persona durante ese periodo, su orientación parecerá bisexual; pero si se hace algún tiempo después entonces se mostrará homosexual o heterosexual. 

Histórica- ocurre cuando alguien cuya orientación es esencialmente heterosexual o homosexual, en algún momento ha tenido experiencias o fantasías con una persona cuyo sexo era contrario a su orientación. 

Secuencial- en el caso de las personas que tienen una relación con una persona de un sexo, y a continuación, con una del otro sexo. Su compromiso en la relación es igual en cada caso. El número de estas relaciones variará, dependiendo de las necesidades de la persona. 

La idea principal es que la persona con una orientación bisexual no encaja en un molde simple. Hay grados y matices de comportamiento y actitud, todos los cuales hay que considerar y resultan de una complejidad que todavía no se acaba de entender sobre porque durante siglos, los posturas sexuales que no se ajustan al modelo heterosexual han sido consideradas patológicas y desviadas. Sin embargo, la homosexualidad y la bisexualidad dejaron oficialmente de considerarse "enfermedades" hace ya varias décadas. La falta de conocimiento y comprensión sobre las personas que las practican ha ocasionado no sólo su discriminación, sino muchas veces su persecución y violencia. 

¿Normal?, ¿Anormal? 

El modelo heterosexual, considerado "normal" (por ser mayoritarío), fija su objeto sexual -y de afecto- en el género opuesto. Sin embargo, las personas que se sienten atraídas física y espiritualmente por otras del mismo sexo, o de ambos, no son un porcentaje tan bajo de la población como para ser considerados, ni siquiera estadísticamente, "anormales". 


El rechazo que muchos sienten por las personas homo y bisexuales se basa quizá en que desafían un modelo sexual que encuentra su fin último y valedero en la procreación. Pero al hacerlo, no toman en cuenta que, incluso las personas heterosexuales la mayor parte del tiempo ejercen su sexualidad sin el objeto de engendrar hijos. En ese sentido, tener sexo usando preservativo o métodos anticonceptivos sería tan “anormal” como tener sexo homosexual. A nadie se le ocurriría pensar que la sexualidad de los individuos que están afectados por la esterilidad, o de las mujeres que llegaron a la menopausia pueda ser patológica o anormal. 


Las personas homo o bisexuales no eligen libremente el objeto de su afecto. Tal y como les sucede a los heterosexuales, se sienten atraídos por uno u otro género sin poder proponérselo o modificarlo. 
Aquello que sí puede elegir un individuo es actuar o no de acuerdo a sus sentimientos. En el caso de la sexualidad, tratar de actuar de manera contraria a los deseos y sentimientos un puede causar una gran infelicidad. 


El desarrollo libre y honesto de la sexualidad es imprescindible para la salud plena de cualquier ser humano. 
Fuente: diariodelimagay.com








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