viernes, 11 de mayo de 2012

Un poco de Sexo sucio en la Oficina


Mi nombre es Ricardo, tengo 25 años y vivo en Barranquilla – Colombia, soy heterosexual y a continuación les voy a contar algo que me sucedió hace 1 mes, es decir mi primera experiencia bisexual. Tengo una sociedad de abogados con Raúl, un amigo de 33 años, con el cual me conocí en la universidad y al graduarnos decidimos montar el negocio.

Aquella era una noche calurosa, como a eso de las 7 de la noche le dijimos a Luisa, nuestra secretaria, que podía irse a descansar que nosotros seguiríamos con el trabajo (teníamos hartos asuntos pendientes); después de 2 horas de estar solos y de haber cenado comidas rápidas decidimos darnos un descanso, y como hacia tanto calor Raúl decidió quitarse su camisa, de ante mano sabia que él visitaba periódicamente el gimnasio, así que no me sorprendieron sus desarrollados pectorales; cada quien estaba sentado en su pc, cuando observe que Raúl estaba un poco inquieto y masajeaba suavemente su pecho.

Me paré de inmediato y le pregunté que si que estaba haciendo y fue cuando vi que estaba en una pagina porno donde un tipo se meaba encima de una mujer; él me comentó que hacia como 3 meses que no culiaba, pues había terminado con su novia y como andaba muy atareado no tenia tiempo para ello, pero que esas imágenes lo habían encendido mucho, le gustaba ver como practicaban sexo sucio y que a él le gustaría hacer lo mismo, pero que era difícil encontrar a una mujer dispuesta a practicarlo.

Seguimos viendo más y más imágenes, ahora nos encontrábamos sentados el uno al lado del otro, hasta que él dijo que no aguantaba mas, que tenia que hacerse una paja o estallaría; en ese momento reí, pues en nuestro medio ese tipo de conversaciones son normales, pero cuando el se paro y me miro, diciéndome: "¿te han mamado alguna vez la verga?", me quedé pasmado, no supe que decir, aunque él solo estaba preguntando.

No significaba que me estuviera pidiendo que me la dejara mamar, pero por mi mente corrían esas hipótesis, y al final resultaron ciertas, porque yo le contesté que no, que nunca me habían mamado la verga, y él me dijo que si me gustaría que él me la mamara; inmediatamente lo rechace y le pregunte que si acaso era gay, y él me dijo que no, pero que estaba tan caliente y además era tan tarde que no aguantaba salir a buscar una puta; me dijo: "tranquilo men, es solo una mamada, nada más, eso quedara entre tú y yo, solo es por probar, sabes que no soy gay, que me gustan las mujeres", en ese momento me fijé bien en él y pude admirar su cuerpo.

Raúl es un moreno alto, como dije antes, con pectorales bien desarrollados, pecho cubierto con un vello no muy abundante y tampoco muy largo, en el cual se notaba un toque de sudor, ese día tenia puesto unos jeans, los cuales medio dejaban ver que tenia un bóxer blanco, su barba tampoco era muy abundante, pero se le notaba.

Seguí mirándolo y mirándolo, un silencio reinó en la oficina, mientras él también me miraba y seguía masajeando coquetamente su pecho velludo, hasta que volvió y me preguntó: "entonces que, te la chupo?", yo seguía sin contestar nada, por mi mente pasaban tantas cosas, pensaba en mi novia, en fin; él no preguntó más y se arrodilló delante de mi y empezó a soltar mis pantalones, yo seguía sin decir nada, pero tampoco lo detenía, creo que mis ganas de saber que se sentía que le chuparan a uno la verga eran más fuerte que todo.

Pronto apareció en escena mi verga, con vellos finos (estaba acabada de rasurar, pues a mi novia le molestan mucho los vellos), él termino de quitarme los pantalones y mi suéter, así que quedé delante de él totalmente desnudo, solo con los calcetines; yo no soy tan atlético como Raúl, más bien soy normal ni muy flaco ni muy gordo, soy de téz trigueña, solo tengo vellos debajo del ombligo y eso son muy finos, mi verga mide unos 15 cm, es cabezona y un poco gordita, con algunas venas.

Raúl levantó mis brazos y se acercó a mis axilas, las cuales si son bastante velludas, en ese momento le dije: "¿que vas a hacer?", a lo que él respondió: "tranquilo, relájate y disfruta"; hay me pude dar cuenta de que esta no era su primera vez y que efectivamente él ya era experto en esto, aunque él dijera lo contrario.

Empezó a lamerme desenfrenadamente las axilas, no se como no le daba asco, aunque estas estaban muy limpias, pero de todas formas no es algo muy común; al verlo como disfrutaba chupando mis largos pelos del sobaco, sentí una fuerte excitación, mi verga estaba bien parada y podía ver como brotaba de su cabeza el precum, en ese momento el la tomo y empezó a masturbarme suavemente, usando el precum para lubricar el glande, en ese momento solté un quejido de placer y me preguntó que si estaba disfrutando la chupada de axilas o el masaje de verga, yo no contesté nada.

Él pasaba de una axila a otra, chupada y lamia como un loco, al momento dijo: "que rico sobaco tienes, sabe a hombre a macho!", ahora si no había duda, Raúl era gay. Cuando se cansó de mis axilas, que estaban todas babosas porque hasta las escupía para llenarlas de bastante saliva, siguió y lamió mis tetillas, succionando tan fuerte como si quisiera sacar leche de ellas, las mordía suavemente y me miraba a los ojos, yo volteaba y mejor miraba para otro lado, cuando sentí que de un solo golpe se metió toda mi verga en la boca, ahí si miré y pude ver como mi mazo se perdía en su boca, volví a gemir, mientras él comenzaba con su boca un brusco vaivén sobre mi verga, chupaba como un loco, a veces trataba de ahogarse, y lo que yo estaba sintiendo era realmente placentero, me retorcía de placer ya no aguantaba más y soltaba varios gemidos.

Así siguió por un buen rato, me metía la lengua en el ombligo, se atragantaba con mis bolas, las chupaba y las mordisqueaba, eso era aun mas excitante, verlo como se tragaba esas bolotas y como masajeaba mi verga; entonces me dijo que me diera vuelta, que me pusiera en cuatro, yo le dije que para que, que no me iba a dejar culiar, que eso si que no, él me dijo: "tranquilo solo voy a seguir chupándotela, pero ahora desde atrás"
Accedí y me puse en 4 sobre la silla, cuando sentí como hundió con fuerza su cara sobre mi ano, enseguida me volteé y le dije: "¿que haces, me vas a lamer el culo?, eso es asqueroso, aunque está limpio, de todas maneras el sudor del día…", él interrumpió y dijo: "ummmm, que rico, este culo sabe a rico, a mi no me importa, aun si sabe a mierda te lo voy a lamer", y se pegó nuevamente y sentía como lamia mi culo, que esta bien peludo, jugueteaba con mis vellos y se centraba en la boca de mi ano, la lamia con desenfreno.

A estas alturas yo no sabia que era mas placentero, si la chupada de verga o la lamida de culo, de todas formas las estaba disfrutando, hasta que él dijo: "no aguanto, culeame"; yo no quise, eso no iba conmigo, me lo rogó casi que de rodillas, hasta que accedí y saqué un condón de mi cartera y me lo puse, aun temblaba, no sabia lo que iba a hacer, él se termino de quitar los pantalones y sobre su bóxer blanco se podía ver ese tronco bien parado, que al bajárselo quedó al aire una verga delgada pero larga, como de 18 ó 20, la cual estaba bien tapada con el prepucio, y cuando peló su glande corrió abundante precum, pero en gran cantidad, él lo recogió con su mano y escupió bastante saliva
Se puso en 4 sobre el piso y empezó a ensalivarse el ano y al mismo tiempo se llevaba las manos a la boca y chupaba los dedos, decía: "que rico, mi precum y mi culo saben rico, no quieres?", me pareció asqueroso y mas bien escupí sobre mi verga y me dirigí a penetrarlo, el seguía llevando las manos de su culo a su boca, la cual tenia llena de baba y precum, me dieron ganas de besarlo, pero me contuve.

Le abrí un poco las nalgas, mientras él se metía los dedos en el culo para abrírselo, yo seguía lubricando mi verga, hasta que él me dijo: "estoy listo, rompeme", pude ver como su ano se abría y metí suavemente la punta de mi verga, él gritó y yo asustado de que alguien en la calle pudiera oír, aunque todo estaba cerrado.
Comencé con un suave vaivén, hasta que me dijo que le diera más duro, nos acomodamos y empecé a culiarlo bien duro, se sentía muy bien, era más estrecho que una chucha (vagina), el me decía: "imagina que te estás culiando a tu novia, dame duro, quiero sentir esa verga hasta mi garganta", las embestidas eran muy fuertes, yo mismo sentía el placer en mi verga, él decía: "nalguéame el culo, grítame, pégame, soy tu puto esta noche, ohhhhhh siiiii, que rica verga, taládrame duro"

En ese momento decidí entregarme al placer, me olvidé de mis prejuicios e imaginé que me estaba culeando a una de esas putas de la calle, y le pegaba por las nalgas, le gritaba: "zorra, quieres mi verga, te voy a romper ese culo estrecho que tienes, eres una puta muy sucia, ohhhh trágate mi verga con tu culo".

Lamentablemente estaba muy excitado ya no podía más y sentía que me iba a correr, se lo dije y él me dijo que me corriera en su espalda, me apresuré a sacar mi verga de su culo, el cual estaba muy dilatado, podía ver sus paredes rojas por dentro, nunca había visto un culo así, ni el de mi novia (de hecho no practicamos sexo anal), me quité el condón, con un poco de asco, pues podía ver un poco de excremento alrededor, me la jalé un poco hasta que salió un fuerte chorro como hasta la mitad de su espalda, él grito: "o si que rico, está caliente o que rico, dame más leche"

Yo me exprimí bien la verga hasta sacar la última gota de mi semen, que era abundante y de un color amarillento, él se paró y el semen corrió por su espalda, él lo retuvo con su mano y lo untó nuevamente en su ano, podía ver como acariciaba su ano untándolo de mi leche y luego se metía las manos a la boca y decía: "que rica leche", en ese momento ya no sentía asco y vi como su verga, aunque estaba flácida chorreaba precum, sentí ganas de mamársela y sin decirle nada me agache, cerré los ojos y me trague su verga, el dijo: "a que te decidiste, chupala, esta muy rica", tomó mi cabeza y me acariciaba y me hundía para que me tragara, mas su verga.

Pronto sentí como se le paró y tragué un poco de lo que estaba chupando, su precum estaba salado, seguí mamando e intentaba tragármela, cuando sentí un chorro de leche que se me fue por la garganta, fue una oleada abundante y rápida, inmediatamente me retiré y le dije: "hijo de puta!, porque no me dijiste que te ibas a correr y salí para el baño a escupir y a tratar de vomitar, pero ya había tragado una buena cantidad, me pareció asqueroso, él entró y me dijo: "lo siento me deje llevar por el impulso y me corrí en tu boca, le dije: "eres un marica, hijo de puta, quitate que voy a miar y a largarme", a lo que él respondió: "meame el culo, anda, eso me gusta mucho, por favor y nos vamos"

Yo accedí y le dije, toma marica, él se puso en cuatro y lancé mi chorro apuntando a su ano, mientras él se lo acariciaba, los chorros alcanzaban su espalda y el marica los disfrutaba, me decía: "que rica meada, tan caliente como tu leche, ohhhh siiii", terminé y lo dejé, me limpié y me vestí, aun tenia el mal sabor del semen.

Él salió desnudo del baño y me dijo: "tranquilo esto nadie lo va a saber y no se repetirá a menos que tu lo quieras y aunque no lo creas no soy gay, y nunca había hecho esto, solo lo veía en las páginas porno y se me ocurrió hacerlo; salí de la oficina y él me dijo cuando quieras.

Si les gustó este relato, escríbanme y denme sus opiniones.

Autor: RICARDO ricardbenavides (arroba) hotmail.com


3 comentarios:

  1. Me encantó y no te asustes por lo que pasó siempre hay que probar de todo ami me hubiera encantado estar en tu lugar

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